madrid - El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de ley reguladora de la Biblioteca Nacional de España, reconociendo el papel esencial de esta institución en la preservación y difusión de la cultura española y dotándola de instrumentos que permitirán hacer más ágil su gestión. Con esta iniciativa legislativa, se devuelve a la BNE el estatus de Dirección General, que había tenido hasta mayo de 2010, al tiempo que se mantiene su carácter de organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Según el texto normativo, el Real Patronato pasa a ser un órgano rector colegiado con una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la BNE, velando por su cumplimiento. Además, realizará una labor activa en la captación de recursos propios y de patrocinio. El anteproyecto de ley establece que, una vez promulgado el texto como ley, en el plazo de un año se apruebe un Estatuto que regule la gestión interna y la estructura orgánica y funcional de la BNE. En el régimen de ingresos se incluyen los procedentes de actividades propias y de la cesión de espacios. Se contempla como tipos de ingresos los derivados de los precios públicos, las tasas y los ingresos de derecho privado. Como ingresos de derecho privado se considera los que perciba la BNE por la prestación de servicios o la realización de actividades que no tengan naturaleza tributaria, no constituyan precios públicos y no deriven del ejercicio de potestades administrativas. - EFE