MADRID. "Mi carrera se ha hecho gracias a la música, a sus fans y al trabajo", responde al preguntarle por el posible partido de un apellido que, a su juicio, "te puede beneficiar y también te puede quitar credibilidad". "El músico al final depende de sus canciones, y al público no se le puede engañar", apostilla.

El último hito de su discografía se llama "Sex and love" y en él abunda en algunas de las claves que hicieron de su anterior álbum un éxito internacional, pero con un carácter más "ecléctico", dice, en el que "las canciones en español te llevan hacia otro estilo que 'Euphoria' no tenía".

"No soy bilingüe, no hablo bien español y tampoco inglés", reconoce entre risas el cantante, al preguntarle por los dos idiomas en los que ha compuesto este álbum, en el que la variedad es también estilística y le lleva a practicar música de baile y sones más latinos.

"Sex and love" llega cargado de colaboraciones, con una nómina de participantes compuesta por Pitbull ("I'm a freak"), ya habitual en sus producciones, Romeo Santos y la española India Martínez (en sendas versiones de "Loco"), el mexicano Marco Antonio Solís ("El perdedor") y Descemer Bueno & Gente de Zona, en el que es su tema favorito, "Bailando".

Además, o fundamentalmente, incorpora a dos estrellas internacionales, Jennifer López ("Physical"), con la que salió de gira por Norteamérica, y Kylie Minogue, con la que grabó "Beautiful", un tema con abundancia de efectos de voz por el "vocoder", como se planteó su autor desde que la compuso.

"Ahora mismo diría que este es mejor disco que 'Euphoria', pero sé que pasará un año y a lo mejor me diré que aún puedo hacer mejores canciones", apuesta Iglesias, que se define como una persona con "muchísima ambición".

De momento, ya ha conseguido el récord en cuanto a canciones (24 en total) en el primer puesto de los "Hot Latin Tracks" de la revista Billboard, además de ser el cantante masculino con más números uno en la lista "dance" de esta publicación, 13.

Lejos queda la publicación de canciones como "Experiencia religiosa", de su debut discográfico "Enrique Iglesias" (1995), un disco con el que aún dice identificarse. "Le tengo muchísimo cariño, cambió mi vida por completo", añade sobre el que califica como "el momento más importante y el más complicado" de su carrera.

Qué diferencia con la última etapa de su vida. "Los últimos cuatros años de mi carrera han sido los mejores, porque he madurado, y no lo digo musicalmente, terreno en el que he evolucionado, sino porque ahora estoy disfrutando más de los momentos de felicidad y de mi carrera", dice.

Por el camino han quedado errores, no lo niega, y sale a colación el famoso vídeo de "Sad eyes", que fue censurado hace años por MTV y después subido a la red por su prestigioso director, David Lachapelle.

"Cuando experimentas, ese es el riesgo que tomas. El vídeo me parece pésimo, no porque parezca que me estoy masturbando, sino porque me parece malo. Si un vídeo contiene mucho sexo, pero es un buen vídeo, no me importa", asegura.

Iglesias, que actualmente ofrece algunos conciertos por Latinoamérica, estrenará el tramo europeo de su nueva gira en noviembre y espera poder cerrarlo en España hacia diciembre, intentado cumplir así su palabra de que el madrileño pródigo no dejará pasar otros doce años sin conciertos en España, tiempo que transcurrió antes de su última actuación en Madrid en 2012.