La idea de colaborar estaba ahí desde hacia tiempo, pero ya se sabe que la vida no siempre facilita el momento adecuado. A finales de mayo del año pasado, eso sí, ambos se encontraron por casualidad en la calle, se dijeron que ya era hora de concretar un encuentro y no le dieron más vueltas. De eso han pasado menos de ocho meses y sin embargo han sido suficientes para que Tutan Come On no sólo ofrezca sus primeros conciertos dentro y fuera de Euskadi y tenga una agenda más que apretada para el futuro inmediato sino que, además, ha editado su primer disco, homónimo.
Tanto Kanda (guitarra y voz) como Ibon (batería y voz) son dos intérpretes de sobra conocidos dentro y fuera de su Gasteiz natal. En la mochila cada uno lleva no pocas vivencias unidas a la música, un bagaje al que ahora se suma una aventura llena de stoner punk rock. Claro que todo está transcurriendo en casi un visto y no visto, una prisa y una inmediatez que se traduce en un sonido, como explica el propio dúo, fresco y directo.
Así lo atestiguan temas como Hitzarmena, Toro Sentado o Knock Knock Polizia, que conforman, entre otros, un álbum que en su formato físico se puede conseguir tanto en los conciertos de la banda como solicitándolo en tutancomeonrock@gmail.com o acudiendo al Erdizka y Txantxiku. El álbum fue grabado a lo largo de una semana de octubre con la ayuda, como técnico de sonido, de Mikel Díaz de Otazu. "Desde el principio nos hemos entendido muy fácil y queríamos grabar algo pero tampoco con la intención de editar un disco; lo que pasa es que el resultado nos convenció desde el segundo uno y ni hubo dudas ni debates", describen ambos.
Sin dejar que el calendario perdiese ni un sólo día, las primeras copias llegaron un par de jornadas antes de su concierto de debut, que tuvo lugar el 28 de noviembre en el Gora. Y desde entonces no han parado pasando por Burlada, Azkoitia, Santander... Sin dejarse en el tintero la visita a la Azoka de Durango. "Entramos en el último minuto gracias a Musikazuzenean, nos lo curramos un poco estando allí dos días, vendimos bastante y la gente se quedó con nosotros; a partir de ahí nos salieron varias actuaciones, y claro, a eso hay que unir que tenemos nuestros contactos de otros grupos", todo para conformar una agenda que en las próximas semanas les va a llevar por Oñati (1 de febrero), Laudio (7 de febrero), Lleida y Barcelona (28 de febrero y 1 de marzo), Beasain (15 de marzo), de nuevo Vitoria (el 21 de marzo en la sala Ibu Hots)... Y para abril hay planes compartidos con otro grupo alavés, pero ya habrá tiempo de contarlos.
"Hay mucha gente que nos escucha y que no entiende que sólo seamos dos personas. Bueno, y luego están los bajistas que nos dicen que nos falta un bajo", ríen. La verdad es que el formato del dúo está tomando cada vez más fuerza en escenas como la vasca, aunque lo importante para ambos es cada tema, no cuántas personas hay sobre el escenario interpretándolo. "Una buena canción es una buena canción, ya tenga saxo, guitarra, flautín o lo que quieras".
Sin más planes de futuro que disfrutar del día a día del proyecto que forman entre los dos, los temas, de todas formas, siguen rodando en cada concierto. "Lo bueno de haberlo hecho todo tan deprisa es que tenemos las canciones latentes e incluso todavía metemos la pata en algún momento. Pero eso está bien porque nos ayuda a mantener esa frescura", comentan.
Puede que el refranero diga aquello de que las prisas no son buenas consejeras, pero a ellos no les han venido mal. Con el reloj corriendo les pilló incluso poner el nombre al grupo. Desde el local de su segundo concierto, en Navarra, les llamaron porque lo necesitaban para hacer los carteles promocionales. Algunas ideas tenían y la urgencia se decantó por Tutan Come On. "Lo elegimos porque pensamos que si como público viésemos ese nombre en un cartel, iríamos al concierto".