bilbao. El Museo de Bellas Artes de Bilbao tendrá dos grandes exposiciones el año que viene: una retrospectiva sobre el hiperrealismo, incluidos los grandes americanos como Richard Estes o Chuck Close, y una antológica del pintor neoexpresionista alemán Markus Lüpertz. El año se completará con una exposición sobre arte japonés procedente de los fondos propios del museo y una muestra del pintor vizcaíno contemporáneo Mikel Díaz Alaba.
Por su parte, el director del Museo de Bellas Artes, Javier Viar realizó un balance del año 2013, en el que la pinacoteca ha recibido unos doscientos mil visitantes, el quinto mejor año de su historia. Markus Lüpertz será el protagonista de la primera gran muestra del año, a partir del 17 de febrero. Lüpertz tiene una escultura, titulada Judith, expuesta de manera permanente en el paseo de Abandoibarra de Bilbao, y el museo quiso ahora acercar a la villa la obra de este integrante del Neue Wilde, los nuevos expresionistas alemanes. Para ello va a montar esta muestra de producción propia, con 78 obras entre pinturas y esculturas fechadas desde los años sesenta hasta la actualidad.
El verano se centrará en una exposición con fondos propios sobre arte japonés. José Palacio reunió entre 1925 y 1933 una colección de arte oriental que en 1953 fue donada al museo por su viuda. Una selección de la misma, compuesta por 180 piezas, se podrá contemplar a partir del 9 de junio. En la muestra destacarán 37 tsuba (guarda de la hoja del sable japonés), 40 estampas del periodo Edo y 29 "inrô" (cajita con compartimentos que cuelga del cinturón del kimono). También habrá otros objetos de uso cotidiano, como un escritorio, copas de sake o estuches para pipas.
Para el otoño quedará la segunda gran exposición internacional del 2014, la muestra sobre el hiperrealismo que se ha podido ver este año en el Thyssen madrileño. Recogerá 66 obras desde los inicios del movimiento, con la primera generación de grandes maestros norteamericanos, hasta la actualidad.
Se podrán contemplar obras de Richard Estes, John Baeder, Tom Blackwell, Don Eddy, Ralph Goings o los grandes rostros de Chuck Close, artistas que captan fragmentos de la vida cotidiana y artículos de consumo. Parachoques, guardabarros, superficies metálicas relucientes, juguetes multicolores de hojalata, golosinas, botes de ketchup y saleros, anuncios luminosos o panorámicas de las ciudades definen a la sociedad estadounidense de una época a través de las pinturas de estos hiperrealistas, una corriente que suele fascinar al público.
En la sala 33, más pequeña, completará el año una exposición del paisajista abstracto Mikel Díaz Alaba (Bilbao, 1947), con 34 obras en las que se aprecia su pasión por la mancha.