Madrid. Gerardo Vera lo ha hecho prácticamente todo en teatro pero nunca en el Español. La ocasión de estrenarse se la ha dado su actual gestor, Natalio Grueso, y una obra del inglés Martin McDonagh, El cojo de Inishmaan, una comedia "negrísima" que protagonizan Terele Pávez, Marisa Paredes e Irene Escolar. El texto, en versión de José Luis Collado, se lo hizo llegar Escolar y ese mismo día decidió que tenía que llevarlo a escena, detalló ayer en rueda de prensa Vera (1947), acompañado por los nueve actores que estrenarán la obra mañana.

McDonagh (1970) tiene, según Vera, "algo" que le hace muy especial: "vive en la época de Tarantino y eso hace que este relato que da la vuelta a los estereotipos irlandeses sea de una modernidad apabullante siempre de la mejor tradición clásica". Se trata de "pueblerinos ancestrales" abandonados de la mano de Dios en un aldea de orillas del Atlántico en la que viven solo veintitantas personas "de teatralidad apabullante, llenos de aristas y miradas y cargados de misterio". "Por eso, necesitaba de grandes actores para ponerla en escena", indicó Vera. En la Irlanda profunda, Billy el Cojo (Ferran Vilajosana) descubre que el famoso documentalista Robert Flaherty desembarcará en su mísera isla para rodar un documental para Hollywood y ve la posibilidad en ello de dejar de ser el hazmerreír de todos y convertirse en una estrella. De todo el elenco Vera ha querido destacar, precisamente, a Vilajosana porque ha logrado hacerse con un personaje muy difícil "que se pasa la obra tullido de un brazo y una pierna". "Los actores son muy egocéntricos y pensé que me iba a estar dando la lata con eso de mira cómo hago esto o aquello pero no, aunque es verdad que en la primera lectura pensé que me había equivocado con él y que no tenía cojo y debía buscar a otro", reveló bromeando. Marisa Paredes explicó que solo se había subido a un escenario en los últimos diez años para hacer Hamlet y Sonata de otoño porque prefería hacer cine, un medio, dijo, que "engancha". "Pero llegó Gerardo y le dije que sí, pero que no quería sufrir, que estaba harta de dramas y que quería una comedia. Esta no es una comedia al uso sino algo salvaje, con sentimientos terribles", detalla. Terele Pávez está entusiasmada con la obra, con trabajar con Paredes y, sobre todo, con la oportunidad de volver a escena: "Gerardo me ha peinado las alas, que las tenía un poco descolocadas", resumió.