Veinte creadores vascos han realizado sendos dibujos partiendo de una consigna, de una premisa, de un slogan, lanzado por la comisaria Mari Carmen Oviedo: Rollo vasco. ¿Pero qué en qué consiste Rollo vasco? Según explica Mari Carmen: "buscamos hablar de algo tan amplio -y tan ambiguo- como el concepto, la esencia, de lo vasco. Son varios los proyectos institucionales que buscan generar una idea prefijada de identidad territorial, de marca. Les interesa la utilización del patrimonio cultural, histórico, sociológico, político de un territorio en aras de vender imagen de país. Por eso con este proyecto nosotros queremos anteponer Rollo vasco a Marca vasca. Pero, ¿en qué consiste el rollo vasco? No lo sabemos, por ello hemos lanzado esta pregunta a una veintena de creadores vascos. De las cuestiones tan generales que se pueden dirimir sobre esta pregunta, lo que nos interesa es lo que pasa en la calle, en los bares, en el día a día de Vitoria-Gasteiz, Donostia o Bilbo. Lo que comes, lo que bebes, lo que escuchas, lo que hablas? viviendo aquí. Tu trabajo, tu familia, tus amigos, tu vivienda? De eso quiere hablar Rollo vasco".
Pues bien, el resultado gráfico de este curioso envite podemos visualizarlo estos días en Vitoria. Pero no en una sala de exposiciones. Sino en una peculiar máquina de vending artístico. Expotronik se llama el peculiar aparato expositivo. Y así, desde ayer hasta el domingo 15, si nos acercamos al centro comercial Dendaraba podemos visitar la exposición Rollo vasco. Incluso comprar alguna de las obras que conforman la muestra al módico precio de 60 euros. Pues la máquina lo permite. Expotronik sustituye así la figura del galerista de arte. Como una especie de Invento del TBO.
Todos hemos visto en los parques de atracciones esas máquinas que nos ofrecen la posibilidad de capturar algún objeto deseado -muchas veces un simple osito de peluche- a través de unas pinzas mecánicas que manejamos a través de un joystick. Algo de eso tiene Expotronik.
El artilugio, en definitiva, es capaz de mostrar obras realizadas en papel en un tamaño de doble folio (grabados, dibujos, serigrafías, fotografías?) tanto en formato horizontal como vertical. Cuenta con un software y un hardware específico a través del cual la persona interesada puede seleccionar las obras, visualizarlas (un brazo robótico se las acerca, desde un almacén, a su campo de visión) pagarlas (con una tarjeta de crédito-débito) y recogerlas. En el caso de ser finalmente adquiridas las obras son expedidas junto a una carpeta para poder transportarlas.
Todas las piezas que conforman los mecanismos de la máquina, el software y el hardware son originales y han sido diseñados y proyectados específicamente para hacer realidad este aparato expendedor y expositor de arte. En el desarrollo de esta máquina participó el ingeniero, afincado en Vitoria, Jacobo Múgica.