Madrid. Las ventas de música en formato físico supusieron en 2012 un 66% del total, mientras que el digital alcanzó un 34%, un porcentaje que ha llegado al 46% en el primer semestre de este año, según los datos del Libro Blanco de la Música 2013, presentado ayer. Un informe que también destaca que, considerando todos los ingresos (venta física, digital y derechos), España se sitúa en el séptimo lugar en el mercado europeo de la música, por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda y Suecia.

El volumen no compensa la caída del sector en la última década: los españoles se gastaron en música grabada en 2012 un total de 141 millones de euros, un 77,5% menos que a comienzos del siglo. Eso sí, la tendencia actual es a la estabilización, tras desplomes más abruptos en años previos. La subida del formato digital se debe, principalmente, a los servicios de escucha por suscripción, "la gran revolución actual", según dijo en rueda de prensa el director de Promusicae, Antonio Guisasola. "La gente cada vez descarga menos y se suscribe más" a Spotify o Deezer, señaló, apoyado en datos: de los 48,3 millones de euros recaudados por ventas digitales en 2012, un 38% proceden de estas suscripciones, 18,5 millones, el doble que en 2011. La tendencia estalló entre 2008 y 2009 y desde entonces se ha ido consolidando, a costa de las descargas de Internet, que hace cuatro años suponían casi la mitad del negocio digital, mientras que en 2012 sumaron el 27 % (13 millones), y de las descargas a móviles, que llegaron a aglutinar el 80 % de las ventas y hoy son casi residuales. El streaming financiado por publicidad supone hoy un 24 % del total y ha bajado por primera vez, de 16,5 a 11,7 millones de euros.

El ascenso de lo digital en su conjunto es revelador si se tiene en cuenta que en 2004 apenas suponía un 2% de media del mercado global (1,6 millones de euros), y sigue siendo la "gran esperanza" de la industria. Sin embargo, en opinión de los responsables de esta publicación, su ritmo de expansión ha sido "menor al previsto inicialmente y al observado en países del entorno europeo". De hecho, el CD sigue siendo el soporte mayoritario pese a que perdió en 2012 un 8,1% de ventas hasta situarse en 11,3 millones de unidades. El presidente de los productores musicales no cree que se pueda predecir su desaparición y apostó en cambio por la "convivencia de formatos" en el futuro.