MADRID. Visionario, radical, inteligente y misántropo son adjetivos que le van como anillo al dedo al escritor polaco Stanislaw Lem, de quien se publican ahora trece relatos inéditos en español que constituyen una excelente ocasión para adentrarse en las obsesiones de este maestro de la ciencia ficción. El relato central del libro, Máscara, ha servido también para titular la obra que acaba de publicar en España Impedimenta, la editorial que en los últimos años ha rescatado varios títulos de este autor.
Se trata de trece cuentos que Lem (1921-2006) fue escribiendo a lo largo de su vida y que por cuestiones de extensión o de temática "se habían caído" de las antologías que el autor polaco preparó en sus primeras décadas como narrador. Tampoco abundan las traducciones a otras lenguas.
En Polonia sí fueron recopilados en 1996 y, después, en 2003 como el tomo 23º de las obras completas de este escritor. Los cuentos incluidos en el volumen "son raros pero en absoluto de peor calidad que otros suyos, entre otras razones porque Lem y su familia jamás ofrecerían para su traducción ningún texto del que no estuvieran orgullosos", afirma el editor, Enrique Redel, que no duda en calificar de "rocambolesco" el proceso seguido hasta localizar los relatos y comprobar que permanecían inéditos en castellano. Los trece relatos se ofrecen por orden cronológico (el primero es de 1957 y el último de 1996) y en ellos laten las principales preocupaciones y obsesiones del autor. "Lem tenía una especial predilección por el humor en sus relatos y una gran facilidad para intuir mundos futuros, para ver hacia dónde va el ser humano o cuestiones como la biotecnología y la inteligencia artificial", comenta Redel.
Lem vivió bajo un régimen comunista y "estuvo muy controlado". Esta falta de libertad fue uno de los motivos que lo llevó a escribir ciencia-ficción, género en el que llegó a ser "el mejor escritor europeo y el único comparable a los autores norteamericanos" de esta modalidad. De hecho, fue miembro honorario de la Asociación Americana de Escritores de Ciencia-Ficción, pero fue expulsado en 1976 tras declarar que la que se publicaba en Estados Unidos era de baja calidad.
El relato central es también una reflexión sobre "la identidad, el sentido de la vida, la inseguridad, la libertad y el amor", señala Joanna Orzechowska, traductora del volumen. Esta experta en Filología hispánica ya había traducido al español varias obras de Lem, pero reconoce que "Máscara ha sido un desafío" por la diversidad de los relatos que contiene, los juegos de palabra que hace el autor y los neologismos que crea. La traductora coincide con Redel en que Lem era "un gran visionario", capaz de adelantarse a su tiempo y de una vigencia increíble.