madrid. Un espléndido profesor de inglés cuya vida personal es un desastre, una joven de 20 años embarazada y un adolescente que huye del autoritarismo paterno en plena España franquista son los protagonistas de Vivir es fácil con los ojos cerrados, el nuevo filme de David Trueba.

Personajes que pierden y aprenden a sobreponerse, un clásico en la filmografía del escritor y cineasta madrileño (La buena vida, Soldados de Salamina), que cree que "en realidad vivir es perder y mantener la cordura, y la capacidad de entusiasmo" a pesar de ello. "A medida que vives, pierdes el esplendor, la salud, los seres queridos y a veces hasta la casa", señaló en la rueda de prensa de presentación de su película, que llega mañana, jueves, a los cines tras su buena acogida en el Festival de Cine de San Sebastián.

"Al final, en eso consiste, en sobrevivir a eso", añadió el director, "lo importante es saberlo y actuar en consecuencia, disfrutar de lo bueno".

En el auditorio del Museo Thyssen de Madrid, Trueba estuvo acompañado ayer de Javier Cámara y la debutante Natalia de Molina, dos de los tres protagonistas, junto con Francesc Colomer (Pa Negre), de esta road movie sentimental. Cámara se pone en la piel de Antonio, un profesor tierno y obstinado que enseña inglés con las canciones de los Beatles y decide viajar a Almería para conocer a John Lennon, aprovechando que el músico estaba en el sur de España en 1966 rodando una película de Richard Lester (Cómo gané la guerra).

La idea está inspirada en un personaje real, Juan Carrión, que aún vive en Cartagena, tiene 89 años y sigue dando clases. "Al principio, no quise conocerle, me pareció incómodo y que me podía condicionar", explica, pero, "cuando ya tuve el guión, fui a verlo y sorprendentemente respondió bastante a la idea que yo tenía del personaje". Otra parte de la inspiración para este argumento le lleva acompañando toda la vida. "Tenía siete meses de vida, mi madre me estaba dando el pecho, y uno de mis siete hermanos discutió con mi padre" porque este le obligó a cortarse el pelo, tal y como sucede con la escena que protagonizan Colomer y Jorge Sanz en el papel del progenitor. "Mi hermano se fue de casa tres días, y la imagen de mi madre llorando mientras me daba el pecho está en mi cabeza desde entonces", asegura. "Luego descubrí que Lennon compuso en Almería Strawberry Fields y pensé que vivir es fácil con los ojos cerrados (estrofa de esa canción) era una buena definición para los tres personajes" del filme, que buscan "encontrar la luz creyendo en la imaginación y en los sueños".

Una de las cosas más importantes para el director era "transmitir que ningún tiempo es fácil ni ninguna época: a todas las generaciones les toca pelear por su sitio y dejar el mundo un poco mejor de como lo recibieron", señaló.

Hablando de héroes cotidianos, Javier Cámara, a su lado, aprovechó para romper una lanza a favor del cine español, "envidiado" en el extranjero. "Antes pensaba que había que salir fuera, pero ahora me doy cuenta de que hay que hacer películas aquí. Afuera están fascinados por nuestra libertad para contar lo que queremos, eso sí que es Marca España", defendió.