Vitoria. La trigésimo octava edición del Festival Internacional de Teatro de Vitoria se puso en marcha el pasado miércoles pero todavía son varios los telones que tiene que ir subiendo, por ejemplo, en los centros cívicos. Mañana, de hecho, tiene que va a poner en marcha otra de sus secciones ya tradicionales, el ciclo familiar. Cinco serán los montajes que en esta ocasión conformen esta veterana apuesta por los espectadores de hoy y mañana de la mano de espectáculos que tampoco se olvidan de los mayores.

Como siempre, será el Principal quien acoja al público, siempre en domingo y a las 18.00 horas. Y aquí también habrá tiempo para los estrenos bien absolutos, bien en el País Vasco, como sucederá a finales de este mes con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y su Otro gran teatro del mundo.

Pero el primer paso de toda esta programación se dará mañana de la mano del dúo Circo Pitanga, compañía nacida del trabajo conjunto entre la australiana Loïse Haenni y el israelí Oren Schreiber, que presentará en el escenario de la calle San Prudencio, donde todavía hay entradas disponibles por 6 euros, el espectáculo Sueños de verano, recomendado para espectadores de más de seis años, según indica el festival gasteiztarra.

El montaje, de unos 50 minutos de duración, es, en palabras de la propia compañía, "un romance aéreo emocionante, narrado a través del lenguaje corporal y de la acrobacia. (...) Con elegancia y malicia, Sueños de verano invita a niños y adultos a un momento de evasión donde proezas técnicas se funden con la poesía de la narración".

Sobre el suelo, uniendo teatro, circo y poesía, los dos intérpretes irán tejiendo una historia sin palabras pero sin silencios.