Donostia
quince años después de que la aclamada revista de letras y ciencias humanas Ínsula dedicara uno de sus números a la literatura vasca, la gesta se volvió a repetir este año en el número 797 de la veterana publicación con un monográfico titulado Literatura vasca: puertos abiertos. Coordinado por los profesores de la UPV/EHU Jon Kortazar (Mundaka, 1955) y Xabier Etxaniz (Oñati, 1961), el número publicado la pasada primavera es, en cierta forma, una continuidad de aquel primer monográfico, ya que presenta una completa panorámica de la literatura vasca desde el comienzo del siglo XXI.
"Desde entonces han cambiado muchas cosas", afirma Kortazar mientras enumera algunas de las características que antes no estaban tan definidas: la percepción sobre la lengua y la literatura, el modelo de producción, la visibilidad y permanencia de las escritoras, la proyección de nueva gente y nuevos temas como la violencia política o la homosexualidad... Asimismo, asegura que los movimientos han sido lentos, ya que se tratan de reclamaciones y creaciones de nuevos mundos de ficción. La tensión identitaria, sin embargo, sigue estando ahí, inflexible, como en toda literatura en la que hay que afirmarse. "Cada escritor tiene su biblioteca y funciona de acuerdo a ese tipo de biblioteca", señala el catedrático. Aunque declara que hay otras tensiones de tipo estéticas, más unidas a lo que uno quiere hacer y representar en su mundo. "En estos momentos hay afirmaciones feministas, declaraciones postmodernas, prácticas globales... Hay casi de todo", indica.
Algunas de las transformaciones también están relacionados con el idioma. Según Kortazar, en quince años ha sido notable el aumento de la capacidad lectora de los euskaldunes. Pero también asegura que se escribe diferente, con más soltura, "porque se ha trabajado en ello y se han adquirido herramientas de estilo que hacen que la lectura sea más placentera y cercana al lector".
"Ha habido un movimiento, incluso generacional, y, aunque el canon de la literatura vasca ha sido bastante fuerte y continuo durante los último años, hay visos de pequeños cambios tanto en el canon como en la representatividad", afirma el catedrático. En ese sentido, además de la figura de Bernardo Atxaga y Anjel Lertxundi -éste último columnista dominical en los diarios del Grupo Noticias-, menciona tres hitos recientes de la literatura vasca que confluyen con tres obras traducidas al castellano casi al mismo tiempo: Twist, de Harkaitz Cano, Lo que mueve el mundo, de Kirmen Uribe, y Martutene, de Ramon Saizarbitoria. "Se les trata con mimo, se trabaja para representar la literatura vasca fuera de aquí", considera. Por eso mismo, señala la pertinencia de hablar de "puertos abiertos", algo que enlaza con el lenguaje informático: "Significa que los ordenadores están conectados y que, por lo tanto, hay lectores fuera de las fronteras de la lengua".
En relación a la ubicuidad que ofrecen los medios actuales, el catedrático remarca el creciente interés hacia las letras vascas a nivel internacional. De hecho, hay varias universidades tanto en el Estado como en Europa y en América con programas que incluyen algún tema sobre literatura vasca. En palabras del mundakarra, "este monográfico ofrece mucha información a gente que puede estar interesada en la literatura vasca, pero también puede abrir caminos al conocimiento y a la profundización". Kortazar asegura que está recibiendo muchos mensajes en relación al monográfico, sobre todo de profesores universitarios de países como Estados Unidos, Portugal, Francia o México. Se trata de "gente que se ve con un dossier que le ofrece una fotografía panorámica bastante completa de lo que ha sucedido entre el 2000 y el 2012", declara.
Por partes Los autores de los artículos de la revista son parte del proyecto de investigación de la UPV/EHU Laida, dirigido por Kortazar. Actualmente están elaborando Historia de la Literatura Vasca Contemporánea, un proyecto de ocho tomos -de los que ya han editado seis-, en el que abordan el tema de forma muy amplia. También han colaborado Mariela Sánchez, de la Universidad de La Plata, y Joseba Gabilondo, de la Michigan State University de EEUU. "El monográfico nos da la oportunidad de resumir todo lo que hemos dicho en euskera en los artículos que componen la primera parte, que va por géneros". De esa forma, la revista se conforma, en primer lugar, de mapas de la novela y la poesía vascas (Jon Kortazar y Javi Rojo), del cuento (Álvaro Rabelli), de la literatura infantil y juvenil (Xabier Etxaniz), de la traducción (José Manuel López Gaseni) y una lectura general (Joseba Gabilondo).
En palabras del catedrático, hay géneros que se han hecho mayores, como el de la narrativa, o géneros que han perdido un poco el centro, como es el caso de la poesía. Asimismo, declara que hay problemas con la escritura dramática, mientras que la traducción es cada vez más normal. "No es que cada género vaya por su camino, pero sí que tienen olas de diferentes recorridos. Se trata de representar esos pasos. Como la nuestra es una literatura menor, creo que podemos monitorizar bien lo que está sucediendo; vemos diferencias en las cronologías y dentro del campo literario, y en cómo se va situando cada escritor en el terreno de los géneros. Es evidente que la narrativa es el género fundamental en estos momentos", reflexiona Kortazar.
La segunda parte del monográfico ahonda en temas más específicos. Los criterios para elegir las materias se han basado en aquellos asuntos que el grupo de investigación trabaja más de continuo y son centrales: así, se han escrito artículos sobre la memoria histórica (Amaia Serrano, Mariela Sánchez), la presencia de las escritoras en el actual momento de creación (Iratxe Esparza), el tema de identidad y literatura en Harkaitz Cano y Kirmen Uribe (Paulo Kortazar) y sobre la novela Martutene de Saizarbitoria (Iñaki Aldekoa).
"Aparte de un homenaje a Martutene de Saizarbitoria, que abre la segunda parte, es evidente que había que dedicar un espacio a las escritoras, que en estos momentos tienen una presencia casi hegemónica", explica Kortazar. En palabras del mundakarra, el tema de la memoria de la Guerra Civil -estudiado en el artículo a través de las novelas Guárdame bajo tierra, El hijo del acordeonista o El camino de la oca- también ha sido fundamental en los últimos años, así como el tema de la identidad, que sirve para ilustrar el pequeño boom de la traducción en los últimos años. "Estas son las coordenadas que nos han servido para unir estos temas", señala el catedrático. Finalmente, se añade una visión general sobre lo postnacional, ya que los investigadores estiman que a día de hoy se pueden ofrecer algunas de las pinceladas de lo que ocurrirá en los próximos años.
Dichas temáticas están relacionadas con un proyecto futuro de Laida. Una vez que acaben de elaborar la historia de la literatura vasca por géneros, tienen previsto realizar lecturas transversales sobre las materias que atañen a la sociedad actual. Mediante el monográfico, no solo compendian parte del trabajo realizado hasta ahora y anticipan parte de la tarea pendiente, sino que dan respuesta a la afirmación que el novelista Benjamín Prado realizaba recientemente: "Algo está sucediendo en la literatura vasca". "Para que podamos sacar una revista así es que algo pasa", ratifica Kortazar.