nueva york. Madonna fue violada en la azotea de un edificio de Nueva York antes de ser una estrella del pop, según revela en una entrevista publicada en la edición de noviembre de la revista Harper's Bazaar. La cantante estadounidense hace un repaso a su vida en una entrevista que tiene como hilo conductor la osadía y el atrevimiento que mostró desde que era adolescente. La web de la publicación publicó ayer un extracto en el que se pueden leer algunas de las confesiones de la diva del pop. "Si no puedo ser valiente en mi trabajo o en mi forma de vida, no entiendo para qué estoy en este planeta", asegura Madonna, de 55 años, en el artículo.

"Pronto descubrí que ser una rebelde y no conformarse no te hace muy popular. Al contrario. Te ven como alguien sospechoso, alguien que provoca problemas, alguien peligroso", afirma en un texto escrito en primera persona. "Cuando tienes 15 años te hace sentir incómoda... Beber cerveza y fumar hierba en el aparcamiento no era mi idea de ser una rebelde... Pensé que era mejor no depilarme las piernas ni debajo del brazo... Hice lo opuesto de lo que las otras chicas hacían", revela una vida de rebeldía, que luego se plasmó en su música.

Más tarde se trasladó a Nueva York, donde alcanzó la fama, no sin antes sufrir la dureza de la ciudad. "No me recibió con los brazos abiertos. Me asaltaron a punta de pistola, me violaron en la azotea de un edificio con un cuchillo en mi espalda y asaltaron mi apartamento en tres ocasiones", cuenta. "Me sentí libre", afirma como resumen de sus primeros años en la Gran Manzana antes de dar el salto a la fama. "Fue duro y estaba sola, me atreví a seguir intentándolo día a día. A veces lloraba en mi pequeña habitación que tenía una ventana a un muro... Y me preguntaba si todo eso merecía la pena. Entonces miraba una postal de Frida Kahlo en mi pared y ver su bigote me consolaba. Era una artista a la que no le importó lo que la gente dijera. Si ella pudo, yo también".

Unos años más tarde, siendo ya una estrella del pop también se caracterizó por su osadía. "Me gusta provocar, está en mi ADN, pero nueve de cada diez veces hay una razón para ello". La cantante también hace referencia a otras jóvenes que aspiran a su corona como Rihanna o Miley Cyrus: "Cuando tienes 25 años es un poco más fácil ser atrevida, especialmente si eres una estrella pop, porque se espera que tengas una conducta excéntrica". Con 35 confiesa que quiso ser algo más que una "provocadora sexual". "Empecé a buscar el sentido real y el propósito de la vida... Decidí que necesitaba una vida espiritual y fue entonces cuando descubrí la Cábala (una tradición mística del judaísmo)".

Madonna también revela los problemas que tuvo al mudarse a vivir a Inglaterra y a los que se enfrentó más tarde cuando fue acusada de secuestrar a un niño que adoptó en África. "En realidad había hecho algo ilegal. Fue una experiencia que me abrió los ojos, un punto realmente bajo en mi vida. No pesé nunca que me castigarían por tratar de salvar la vida de un niño". La cantante estadounidense, madre de cuatro hijos, dos de ellos adoptivos, vive ahora otra vez en Nueva York, donde se dedica a hacer películas.