lA manera más eficaz de sacar a un programa del mercado de los oyentes es reconducir su horario de emisión, pasarlo a una franja que coincida con la noctámbula parroquia y dejarlo morir por inanición. Tras más de tres décadas de referencia informativa, los mandamases peperos de RTVE han decidido pautar Informe semanal en la hora maldita de escasa clientela y justificarse con la milonga de que había que refrescar el producto y darle una visión más moderna del reporterismo televisual. Pedro Erquicia, padre y madre de la criatura, se ha quejado amargamente por la estocada trapera que mandará al traste a un señero ejemplo de periodismo audiovisual y ha recordado que el nicho natural del programa eran las diez de la noche del sábado, desde in illo tempore. Otro sutil hachazo a todo lo que no le gusta al poder en la televisión de todos, ja,ja,ja.
Las huestes de Villar-Tebas deben de estar muy avezadas en el conocimiento de los mercados futbolísticos a tenor de las formas de programar cada jornada futbolítisca de la Liga de Primera División, que acapara la mayor lista de dislates a la hora de fijar los horarios de los partidos a celebrar cada jornada, que arranca el viernes, siembra el fin de semana de citas y se prolonga en el arranque de la siguiente semana. Supongo que esto tendrá que ver con las audiencias millonarias del Extremo Oriente, porque de lo contrario no hay quien comprenda semejante galimatías de horas y fechas que vuelve locos a programadores de radio y televisión, y desconcierta al personal, que ve cómo la mancha del fútbol lo inunda todo.
Recomiendo la serie de Antena 3 Vivo cantando, un producto ágil, moderno y con potencia en los guiones que una selección atractiva de actores bien seleccionados convierten en seres de carne y hueso para una comedia de la vida urbana mismamente con inolvidables personajes que ayudan al triunfo de la cadena frente a Mediaset.