Donostia. Una semana después de presentar Enemy en la Sección Oficial, el director Denis Villeneuve regresó a Donostia para mostrar en un pase especial su segundo trabajo de este año: Prisoners (Prisioneros). La pelicula, que está teniendo un éxito arrollador en EEUU, narra la historia de la desaparición de dos niñas, una de ellas hija del personaje interpretado por Hugh Jackman, que no dudará en rebasar ningún límite con tal de recuperarla.

Tanto la productora Kira Davis como el propio Jackman tuvieron dudas a la hora de llevar a la pantalla una historia que, como padres, les provocaba "un miedo tan intenso". Pero el guión de Aaron Guzikowski estaba tan bien escrito que decidieron involucrarse. Además, al actor australiano terminó de convencerle la participación en el proyecto de Denis Villeneuve. "Pude sentir que sería un thriller no convencional", afirmó Jackman, quien alabó el talento y la "sensibilidad" del cineasta canadiense para hacer "una película de suspense, entretenida, que hace pensar a la gente y también es muy conmovedora". En ese sentido, opinó que Prisioneros, coprotagonizada por Jake Gyllenhaal, es "una película rara para ser de Hollywood", pues "no da respuestas sino que permite al público sacar sus propias conclusiones".

EXPLORAR LOS MIEDOS Villeneuve, por su parte, insistió en la idea que ya expresó la semana pasada cuando presentó su otro filme: "El cine es una herramienta para explorar temores profundos con los que no quiero ponerme en contacto, así que en la vida real no puedo imaginar una situación tan horrible ni terrorífica como la que cuenta la película", aseguró.

Si en Enemy era la figura de la araña la que abría la puerta a la simbología, en Prisioneros las imágenes metafóricas llegan de la mano del laberinto y las serpientes. "Son imágenes interesantes porque impresionan al público y su impacto pético hace que adquieran su propio significado en función de cada espectador", concluyó el realizador.