Corren por el agitador Internet noticias sobre la aparición de una posible radio que quieren montar los de La Sexta al amparo de no sé qué frecuencias de Onda Melodía, melancólica emisora de escasa cobertura para competir en el duro y cerrado mercado de la radio y darle caña editorialmente a la Cadena SER, lo que no deja de ser una solemne estupidez. Insisten los cronistas de la red que el rojerío de la cadena propiedad del librero catalán Lara busca un sitio al sol de las ofertas radiofónicas apoyados en su éxito en los peculiares informativos de La Sexta y con ganas de ampliar la mancha comunicativa a las ondas que en los últimos tiempos sólo ha dado noticias de la desaparición de Punto Radio, de cuyos postes de radiación se ha beneficiado de momento la cadena episcopal. Nadie duda de la capacidad profesional de Antonio García Ferreras, Ana Pastor y Juan Ramón Lucas, que son tres arietes que se anuncian como puntales de una radio crítica, opuesta al poder y fiscalizadora de la vida hispana, pero no salen las cuentas de quién va a poner la pasta, quienes van a ser sufridos accionistas ponedores, quién va a comandar una empresa de desconocidas dimensiones. Lo más chungo de lo conocido hasta el momento es el pretendido objetivo de darle caña a la SER, que en el mundillo mediático está reconocida por su alineamiento con intereses socialistas, y no es fácil entender este posicionamiento con visiones progresistas, de izquierdas o rojeras contra la línea editorial de Pepas, Gemas y cía. Algo se está movimiento en el apagado mundo de la radio y no es malo, porque algunos puestos de trabajo se crearán, que no es nada despreciable en el azotado campo profesional de las empresas periodísticas. Apostar por la novedad siempre ha dado resultados en este negocio de la palabra dicha. Esperemos acontecimientos, que cuando Internet suena, algo llega.