DONOSTIA. "Lo que he querido contar -explica el director en una entrevista con Efe- es que, por dura que sea la vida y complicadas las situaciones, siempre la gente que te enseña el camino es la que se agarra a ella y encuentra la posibilidad de salir".
Ambientada en la España franquista de los 60, la película se inspira en la revolución que supuso para muchos jóvenes de entonces la visita de John Lennon a Almería, donde rodó una película y se inspiró para componer su famosa canción de "Campos de fresas".
"Yo no se si los chicos de ahora tienen los ojos cerrados", ha dicho el director de "Madrid, 1987", pero opina que las personas deben enfrentarse al reto "de hacer de su propia vida algo de lo que sentirse orgulloso" y en ese sentido reconoce que, si se mira bien, "la vida te ofrece condiciones para reconciliarte" con el pasado.
"Al final -filosofa- todos somos capaces de encontrarnos en los demás, lo mas horrible es catalogarnos antes de conocernos".
El guion, también escrito por Trueba, está plagado de anécdotas sacadas de la vida real, empezando por el personaje que interpreta Javier Cámara, un profesor que existe y realmente sacaba las letras de las canciones oyendo radio Luxemburgo para enseñar inglés a sus niños.
O el de Francesc Colomer, el último premio Goya menor de edad, conseguido por "Pa negre", que es el hijo rebelde que huye de su padre porque no se quiere cortar el pelo, en realidad, el hermano mayor del director que se fue de casa cuando él era un bebé y, ha recordado, su madre lloraba bañándole de lágrimas mientras le daba de mamar.
Un papel, explica el joven catalán a Efe, que le hace recapacitar sobre el valor de estos jóvenes de los sesenta, "que se iban de casa sin móvil, sin pensar si ibas a llegar a algún sitio, si comerás, sin llamar más que una vez a tus padres".
"Aunque había mucho miedo -apunta la tercera protagonista, Natalia de Molina-, había mucho más valor para hacer las cosas".
De Molina habló mucho con su madre para componer a Belén, una mujer "que lucha por conseguir la libertad de tomar sus propias decisiones. Gracias a mujeres anónimas como ésta -dice a Efe la andaluza- hoy tenemos muchas batallas ganadas".
Para Javier Cámara, aunque la película sucede en 1966 es atemporal y puede "pasar y ser entendida y disfrutada en cualquier sitio".
"Tiene unos componentes menos metafóricos, grandilocuentes o terribles que otras películas a concurso (...) pero creo que hemos hecho una película muy bonita que habla de seres humanos heridos que buscan solucionar sus vidas y de sus pequeños conflictos, que para ellos son enormes".
"La verdad es que permite disfrutar de la fraternidad y el entendimiento, y es cierto que últimamente no disfrutamos de eso en el cine y esta película es especial por ello", resume el riojano, que asegura haberse inspirado en "los grandes" del cine español -Alfredo Landa, José Luis López Vázquez, cita- para su papel.
Y si los actores han ido primordiales en la historia, según Trueba, la música era también imprescindible.
Se deshace en elogios para la productora Cristina Huete, que consiguió los derechos para que pudiera sonar en la cinta "Strawberry Fields" y que les dejaran utilizar la letra de "Help!", al tiempo que explica que fue un disco de Pat Metheny el que le dio la idea de encargarle a él la música.
"Se llamaba 'Más allá de los cielos de Misuri' y me di cuenta de que, durante años, Almería había sido el cielo de Misuri", por las películas que se rodaron allí.
"No solo por el paisaje -precisa el director de series de televisión como "Qué fue de Jorge Sanz"- es que esta película es un 'western' donde el vaquero en vez de a caballo va en un Seat 850 y es un profesor de colegio que va rescatando y haciendo el bien; una especie de 'Quijote'", resume.
"Todas las épocas necesitan gente brillante que les iluminen", afirma el realizador, feliz de que la película sea de las que "tienen ángel".