MADRID. Curiosamente, esa primera foto estuvo más de un siglo olvidada hasta que en 1952 fue adquirida y copiada por Kodak, la empresa que fundó George Eastman, y hoy se conserva en el Harry Ranson Center de Austin (Texas).
La primera instantánea en la que apareció un ser humano se realizó en 1839 y fue tomada por un personaje algo más recordado que Niépce, Luis Daguerre, el de los daguerrotipos. Y la primera en color se debe a la mano del escocés James Maxwell.
Pocos recuerdan cuando una foto, hecha con una placa, podía necesitar un tiempo de exposición de hasta 30 minutos si se compara con la capacidad tecnológica de las modernas réflex o compactas de hoy o la sensibilidad (ISO) de los nuevos sensores.
Desde esos inicios titubeantes hasta hoy, cuando se celebra la 22 edición del Día Mundial de la Fotografía, se ha registrado una evolución tan profunda que a veces parece casi inexplicable.
Y no sólo en la tecnología, donde el cambio es impresionante, sino en los hábitos y los materiales sensibles e incluso, como en otros campos industriales, empresas que fueron relevantes, han desaparecido o están en graves dificultades. Y han nacido otras que se abren camino con ímpetu.
En su momento era difícil imaginar una fotografía instantánea, más allá de lo que se podía lograr con la "clásica" Polaroid o dispositivos similares de otros fabricantes, y hoy con las digitales se logran no solo las fotos, sino todo tipo de efectos añadidos.
La fotografía ha sido a lo largo de estos años arte, diversión, negocio, trabajo, propaganda, agitación social y ahora también el vehículo de un modo nuevo de relación entre personas a través de la redes sociales. Ha encumbrado o ha hundido a fotografiados y fotógrafos.
Se han inmortalizado revoluciones, guerras, bodas, alegrías, tragedias, récords deportivos, logros científicos, golpes o intentos de golpes de estado.
"Usted dispara y nosotros hacemos el resto". Este fue el lema que convirtió a Kodak en la empresa más poderosa del mundo fotográfico: fabricante de cámaras y todo tipo de películas en los Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, España y otros muchos países en el transcurso de décadas.
¿Alguien podía prever la quiebra de la todopoderosa Kodak, la empresa que puso la fotografía al alcance de casi todos? Hoy es una realidad.
Otro hito fue la aparición en 1920 de Rollei casi por casualidad y gracias al empeño de sus creadores, Paul Franke y Reinhold Heidecke, fue la primera réflex con lentes gemelas como alternativa a las cámaras de fuelle.
Leica, la primera que produjo la cámara compacta de 35 milímetros, frente al medio formato (120 mm) que hasta ese momento (1925) dominaba el panorama fotográfico.
Una cámara que ha sido usada por lo más prestigiosos fotógrafos, en estrecha rivalidad con Zeiss Ikon, igualmente alemana, la primera que incorporó un medidor de luz (de selenio) en su afamada Contax III.
Pero no sólo Alemania ha tenido algo que decir en el mundo fotográfico a lo largo de estos años, ya que con mayor o menor fortuna, otros fabricantes también dejaron su huella.
En Francia, Lumiere y OPL; la londinense Kershaw-Soho, en Inglaterra; Certex (Werlisa) y Matutano (Capta), en España; Bencini y Ferrania, en Italia; Pentacon (Praktica), en la RDA y la enorme cantidad de cámaras soviéticas como Zenit, Zorki, FED o Kiev.
Canon, Nikon, Fuji, Pentax, Panasonic, entre las japonesas, y la coreana Samsung han batido a sus competidores y hoy claramente dominan con rotundidad el mercado de las digitales con feroz competencia entre ellas.
Películas que fueron referentes (Agfa, Svema, Perutz, Valca, Orwo o Negra) sólo se pueden conseguir hoy tras una paciente persecución por las páginas web especializadas a las que hay que agradecer que mantengan cada día del año el espíritu de la fotografía, que comenzó hace casi dos siglos. EFE