LOS anillos dejan de ser exclusivos de la zona superior de los dedos, una sentencia que nos ha quedado patente nada más ver los complementos que lucen por doquier las famosas. Porque si hasta ahora algunos pensábamos que se les habían hinchado los dedos o que los tenían gordos, nos equivocábamos. Y más si las que los llevan son Beyoncé, Rihanna, Vanessa Hudgens o Miley Cyrus. Pasamos de verlo como algo imponible, a hacerlo nuestro accesorio indispensable para este verano, así funcionan las tendencias- marketing.

Piezas versátiles con piedras, sin piedras, lisos, con corazones o nudos, que encuentran la crítica en su poca o ninguna comodidad, aunque todo es cuestión de acostumbrarse. El menos es más, primera regla de oro de cualquier it girl del momento, queda desterrada. Si no que se lo digan a las propuestas neopunk, grunge y heavy metal, que en los 90 vieron en estas piezas barrocas un elemento más de su indumentaria y de su sentir.

Ya en 2010, Chanel en las pasarelas nos aventuraba esta moda con anillos de flores enlazadas. En 2011 los recuperó Maison Martin Margiela en su colección del medievo y para este invierno, Versace en su desfile homenaje al punk, y Alexander McQueen, en la alta costura con anillos entrelazados cubiertos de perlas, lo dejan caer.

No será una tendencia de trayectoria larga, pero seguro que picaremos, así que una opción económica y recomendable es desempolvar de los joyeros los anillos de Primera Comunión que no nos cabían y hacernos mujeres midi. Ahora podemos reivindicar y llevarlos pequeños porque para eso están de moda, ¿no?