Washington. Ya ha plantado un huerto en plena Casa Blanca, ha bailado frente a las cámaras y se ha entrenado con estrellas de la televisión. Ahora, la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, pretende dar un paso más en su lucha por promover una alimentación sana y más ejercicios entre los niños: pasarse al rap. Según la web Politico, la esposa del presidente Barack Obama se ha unido a algunos grandes nombres del hip hop, como Jordin Sparks, Ashanti o Run DMC para promover un disco bajo el título Canciones para una América más Sana. El álbum, que será distribuido primero en escuelas de Nueva York, contiene un total de 19 títulos como Eres lo que comes, Amor por los vegetales o Quiero saltar. Aunque Michelle Obama no llega a cantar, sí realiza cameos en los diversos vídeos grabados para la ocasión, como el primer clip publicado, "Everybody" (todos) (http://dpaq.de/fDL4U)
Se trata de la última iniciativa en el marco de los esfuerzos de la primera dama estadounidense por lograr que el país, pero sobre todo los pequeños, entre los que sigue habiendo un grave problema de obesidad, lleven una dieta más saludable y realicen más ejercicio. Para ello, Michelle Obama lidera la plataforma Let's move! (Movámonos), por la que ha realizado todo tipo de actividades sanas. Sin embargo, en una muestra de que a veces, como dice el refrán, en casa del herrero cuchillo de palo, la prensa que acompaña a los Obama en sus vacaciones en el exclusivo resort de Martha's Vineyard informó ayer del menú nada sano que adquirió el esposo de Michelle Obama: el mandatario se detuvo en un restaurante de comida rápida y ordenó camarones y ostras fritos, aros de cebolla (también fritos) y patatas fritas. Obama, que se acercó al mostrador de comida para llevar del restaurante con una gorra de los White Sox de Chicago y un chubasquero, no incluyó en su pedido ni un solo vegetal. Ese restaurante es uno de los favoritos de una de sus principales asesoras, Valerie Jarrett, que se aloja en una casa cercana frente al mar mientras los Obama descansan unos kilómetros más allá.
Pese a no seguir los consejos de la primera dama, tras la sesión de fritos el presidente se puso manos a la obra para quemar las calorías y acudió a jugar un partido de baloncesto con algunos amigos y miembros de su equipo. La familia Obama se aloja en la casa de verano de David Schulte, donante demócrata y gestor financiero, valorada en 7,6 millones de dólares. La residencia, construida en 1961 y reformada hace una década, tiene seis habitaciones y una superficie de 200 hectáreas. Entre sus vecinos están los actores Ted Danson y Michael J. Fox. Martha's Vineyard, donde también ha pasado temporadas la familia Clinton, es un popular destino turístico para la elite progresista estadounidense.