EL desarrollo de la finalizada feria taurina de La Blanca 2013 ha estado plagado de incidentes, cambios, rumores y especulaciones que han hecho flaco favor a un ciclo taurino desbarrado, insignificante y posiblemente ruinoso con un calendario mal planteado sin continuidad y con ofertas diferentes en los días de festejos. La interrupción entre 25 de julio y 5 de agosto debe corregirse, programando el Día del Blusa un espectáculo popular como pueden ser los recortadores, vaquillas por la tarde o alguno de los numerosos espectáculos ecuestres que funcionan en el mercado. La feria no puede esfumarse en un plis plas.
El dato más preocupante de lo que ha ocurrido a lo largo de la feria de cinco días ha sido la escasísima afluencia de público el día de Santiago. Juan Bautista, Pérez Mota y Del Álamo, un veterano y dos jóvenes valores de la tauromaquia no consiguieron llamar a más de quinientos espectadores en una entrada bochornosa y que debe llamar la atención de los gestores del asunto taurino en la ciudad. La fórmula de tres toros de Ana Romero y tres de López Gibaja cumplió en líneas generales y se cortaron orejas.
El día grande de las fiestas se programó un cartel muy digno con El Cid, El Fandi y Castella en lo que fue la tarde más redonda y que atrajo más público a la plaza pero sin llegar al cincuenta por cien del aforo. Se cortaron orejas. En la tercera del abono se produjo la bronca y el escándalo ya que Ponce y Perera enviaron sendos certificados médicos y se cayeron del cartel desatando las especulaciones sobre las causas de su inasistencia a la feria blanca. Padilla y El Fandi en repetición, solventaron el papel con toros de Albarral y Bañuelos (3) que completaron la tarde por rechazo veterinario de los titulares. Interesante el toreo de Saúl Jiménez Fortes.
Los caballos de Hermoso de Mendoza, Armendáriz y Noelia Mota no metieron en el coso a más de cinco mil espectadores y fue tarde de decepción por falta de remate triunfal de los caballeros navarros.
El último día volvieron tres y un tambor a ocupar los asientos de Txagorritxu Berri en la novilla interesante de Manuel Caro Andrade, procedencia Jandilla que ni supieron ni pudieron manejar tres novilleros superados por los bureles. Miguel Ángel Moreno que sustituyó a Mario Alcalde, Cayetano Ortiz y Martín Campanario tienen muchos deberes que hacer antes de tomar la alternativa.
La feria se ha ido sin dejar aromas, ni rastro. La plaza tiene un serio problema de motivación para que el gran público vuelva a afluir generoso a los tendidos. La Presidencia sigue haciendo ejercicios de equilibrio y sensatez. Los aficionados sueñan poco con la feria y deben mantener el fuego sagrado durante la temporada y el invierno y José Miguel Berbetoros mi respetado y querido Tatín seguirá soñando con que le llegue una nueva oportunidad de anunciarse en su tierra sin tener que intentar la inútil quimera del espontáneo. En cualquier caso, que nos veamos dentro de un año. ¡Salud!