madrid. Tras la votación que se tradujo en su cese como presidente, Reixa interrumpió su participación en la junta para afirmar que su salida de la SGAE se debe a que hizo público el problema de la práctica conocida como "la rueda de las televisiones", por la que once autores podrían haber recaudado, en cinco años, más de 25 millones de euros.

Se trata de falsear autorías de música de tal forma que los verdaderos autores, que pueden ceder un máximo del 50% de sus derechos, renuncian en realidad a otro 20 o 30% en favor de productores intermediarios que aparecen como coautores.

Según Reixa, hay un conflicto de intereses dentro de la propia junta sobre esta práctica que, advirtió, de continuar podría acabar con la gestión colectiva del derecho de autor en un plazo de tres a cinco años. "No me arrepiento de haberle metido mano a la rueda de las televisiones, sinceramente no; creo que es un problema estructural de la gestión de derechos de autores que se había llevado a una situación insostenible, con un término de reparto nada ecuánime entre los socios de la SGAE", indicó. Reixa se consideró una "víctima del fuego cruzado de una red organizada y de algo que en la vida política se llama transfugismo" y aseguró haber sentido "la lucha de intereses entre los nostálgicos del pasado y los ambiciosos de la actualidad". "He tratado de reconstruir la coherencia porque la unidad era imposible, pero le deseo lo mejor a la SGAE y al presidente que continua", dijo. Y afirmó sentir "alivio, preocupación y agradecimiento". Especialmente preocupado se mostró por la Ley de Propiedad Intelectual que tramita el Gobierno, al que acusó de una actitud "homicida" en relación al derecho de autor y la gestión colectiva.