las novelas y testimonios de Hemingway sobre la fiesta navarra son las causantes de la internacionalización de este anual evento, sobre todo en el ámbito anglosajón y que ha movido a miles de turistas y guiris a transitar por las calles de Pamplona, vestidos de blanco y rojo, felices de emular al autor de Por quién doblan las campanas. La opinión pública pamplonesa se divide a la hora de reconocer o denostar el efecto del novelista norteamericano sobre el desarrollo multitudinario, masificado y agobiante de los actuales sanfermines. La televisión es al fenómeno de atracción del público nacional, lo que Ernest a la llamada al personal internacional. La retransmisión de los Encierros en las mañanitas julianas, no solamente es un clásico de tele, sino sobre todo gigantesco imán para trae a Pamplona a miles de jóvenes que se han iniciado en el Encierro a través de las imágenes y secuencias de la tele que han popularizado tramos, ganaderías y formas de correr. TVE sigue manteniendo el monopolio de estas retransmisiones que proporcionan espectaculares registros de audiencia en la primera quincena de julio. Con un poderoso despliegue de profesionales y medios técnicos, casi treinta cámaras en novecientos metros de carrera, más el background del conocimiento del evento, hacen de los Encierros en la tele piedra angular de la estrategia comunicativa de las fiestas del Santo moreno. La masificación de estas fiestas tiene mucho que ver con el efecto llamada que hacen cada mañana las imágenes del Encierro que transmiten el riesgo, la competencia y el peligro que correr por las calles de Pamplona provoca en cada Encierro y llaman al bravo corredor de los espectadores que un día se convertirá en protagonista del mismo. Hay espectáculos en los que la tele no tiene rival y la carrera mañanera juliana es uno de ellos.
