Aunque hace algo más de un año que decidieron comenzar esta nueva andadura, tanto Ray como Jaume y Txangel saben a la perfección lo que es estar sobre un escenario. Con bandas como Reverendo Parker lo han conocido de primera mano ya estuviesen las tablas en un festival como el Azkena Rock o en cualquier bar. Es más, ya como Whisky Dyck no han parado tanto en tierras alavesas como en otros puntos del Estado. Pero desde hace unas semanas llevan algo más en maleta que sus instrumentos. Les acompaña su primer álbum, un Dirty & Hard /Rock & Blues que ya está a la venta.
Hard rock y blues conforman los pilares básicos de un trío nacido con la referencia de grupos como ZZ Top, Stevie Vaughan y Rory Gallager, es decir, sonidos salvajes para gente de mal vivir, un trago profundo, fuerte y que deja huella.
Eso sí, la banda no ha esperado mucho tras su puesta en marcha para meterse entre cuatro paredes y registrar su tarjeta de presentación en forma de disco. "Yo tenía unos cuantos temas ya hechos y cuando juntamos la banda, tras tocar algún concierto para ver qué tal rollo había entre nosotros, nos decidimos a ir a por el álbum", recuerda Ray sobre un proceso llevado a cabo hasta febrero en los Estudios Mala Vida y cuyo resultado se edita con Ahorcado Records.
Eso sí, aunque el Cd lleva unas semanas disponible por 5 euros cada ejemplar "y estamos recibiendo buenas críticas", la promoción de cara a los medios especializados se realizará cuando pase agosto, mala época para estas cuestiones.
Algunas canciones se han quedado fuera, sobre todo porque el trío quería "buscar un formato parecido al de los vinilos de antes, entre nueve y once cortes. Meter 17 canciones en un Cd es como comerte 17 pasteles, al final te empalaga", apunta Ray, que reconoce que el grupo se sintió a gusto en el estudio aunque sea una banda para el directo y a pesar de que esta vez él ha hecho también de productor "y casi me dejo la vida; pero tenía muy claro lo que quería: un grupo de rock blues de los que ya no se llevan".
Temas como Nacido para matar, Blues de los espejos, Historias de prisión o Blues de la oficina (del jefe de personal) componen un debut que tiene la pretensión de que "por lo menos, la gente diga: pues están bien". Y es que Ray sabe, porque él mismo se siente así, que "cuando el personal escucha un grupo así en castellano, ummm... La gente de mi generación está hecha al inglés y soy el primero que al escuchar temas así en castellano me entra un poco de aquella manera; sabemos que los jóvenes están más acostumbrados, también al euskera, por ejemplo. Por eso, lo importante es que la gente vea que es un trabajo honrado de rock and roll, más que otras cosas".
Con esos ingredientes y objetivos, el disco se está ya encontrando con el público, una relación que, por supuesto, sigue en los conciertos. La cita más inmediata para Whisky Dyck será este sábado 13 a partir de las 22.30 horas en La Puebla de Arganzón, donde el trío compartirá el cartel del RockPublikano con los también alaveses Disaster People. Y a falta de ir cerrando otras fechas, en el horizonte más cercano se está organizando un concierto en Helldorado que sirva de presentación oficial del álbum.
Todo ello mientras Ray, Jaume y Txangel siguen dando pasos "con sensaciones muy buenas" que se transmiten en la vida interna del grupo. "La verdad es que nos llevamos muy bien y la sensación está siendo importante". Y que dure con la copa llena.