madrid. Primero se dejaron de vender discos. Ahora es la música en directo la que sufre el ataque de la crisis, agravada por el aumento del IVA cultural al 21%. Según la Asociación de Promotores Musicales (APM), en el Estado se ha concretado en la reducción de más de un 24% de ingresos en taquilla y el cierre de un 25% de las empresas del sector cultural. "Es la puntilla, la muerte del negocio de la música en directo", explican a DNA varios promotores vascos. Para algunos de ellos, los números son peores en Euskadi. "En pocos años se ha pasado a una reducción del 70% en la contratación", explican. En esta situación, las giras de Springsteen y Dylan no pasan por la CAV por vez primera vez en años.
No solo el Boss y el autor de Blowin' in the wind han obviado Euskadi en 2013, también Bon Jovi y otros grandes que los promotores prefieren silenciar. Y aunque Rihanna y Rammstein lograron buenos números, el número de conciertos y la asistencia a los mismos se han resentido de manera sensible. ¡Alejandro Sanz solo ha logrado convocar a 4.000 fans en sus visitas a nuestra tierra! "Los precios han subido con el IVA y la prioridad de la gente está en llegar a fin de mes. El ocio y la cultura van detrás. Más si se le sube un 13% en impuestos", explica José Angel Serrano, de Producciones Serrano.
La crisis general, la proliferación indiscriminada de conciertos hasta hace unas fechas y, finalmente, el IVA, ponen en peligro la supervivencia de los conciertos de pop y rock en Euskadi. "Lo del IVA es directamente la muerte del negocio, la puntilla para algo que ya estaba tambaleándose", indica Iñigo Argomaniz, de Get In. "Ha sido un duro golpe, además de un error grave", precisa Luis Herrera, de Muskerra. Alfonso Santiago, de Last Tour International, valora "muy negativamente" la subida del IVA, ya que "trabajamos en el contexto europeo, lo que nos hace mucho menos competitivos que países del entorno".
No en vano, el IVA cultural en Alemania es del 7% frente al 21% del Estado español. En Francia, del 5,5% y aunque se subió, al igual que en Portugal, al ver sus efectos negativos "y el clamor unánime" de los agentes culturales, los políticos echaron marcha atrás. ¿De qué manera afecta la subida del IVA a los conciertos? Para Argomaniz, veterano con 30 años de curro a la espalda y pionero en la contratación de grandes estrellas desde su oficina donostiarra, hoy "realizar conciertos en un estadio es un suicidio porque al promotor no le queda margen económico. De cada 100.000 euros que pagas, tras la subida abonas 13.000 más. Y a Autores un 10%, súmale promoción, el caché del artista, producción, marketing?". En total, el 35% de lo recaudado se va en impuestos, según Serrano.
La situación es preocupante aunque los promotores no se ponen de acuerdo en los números. "El receso es importante, entre el 30% y el 40%", según Santiago. "Puede ser de hasta un 25% en el último año y medio", explica Argomaniz. Para Serrano, los números van más allá. "Aquí ha bajado más que en el estado, pero no existen datos fiables porque la gente tiene vergüenza. No hay que olvidar que las instituciones han bajado la contratación de forma vergonzante. En pocos años se han reducido las contrataciones un 70% y si en unas fiestas había dinero para 5 conciertos, cuatro con grupos vascos, a los que solo se apoya aquí, sobre todo si cantan en euskera, ahora se hace uno. Y no es para los grupos euskaldunes", indica.
conciertos y empleos Actualmente, los músicos vascos, cuya "única fuente de supervivencia son los conciertos porque no se venden discos", han vuelto a tocar a los bares o en formatos reducidos, caso de El Drogas o Gari, por ejemplo. "La base, las salas, el Antzokia? antes metían 500 personas asiduamente. Ahora, no. Y algunos recitales se suspenden. Y hay salas que no sabemos si seguirán", razona Argomaniz. La Rock Star Live de Barakaldo, por ejemplo, ha anunciado su cierre definitivo esta misma semana, al no poder afrontar el alquiler del local tras el acusado descenso de público. "La oferta sigue en pie por la ilusión de artistas, salas y promotores, que nos sentimos satisfechos con cubrir gastos. Y eso que los precios se mantienen porque la subida la hemos asumido nosotros", indica Herrera.
Santiago asegura que la situación actual se traduce en "menos facturación, reducción de personal y cierres de empresas, lo que supone la destrucción del tejido empresarial". Serrano indica que "algún grupo mío acabó 2012 sin un solo concierto", a la vez que critica que algún grupo euskaldun vital para el auge de la música en las últimas décadas tenga problemas de supervivencia. "En mi caso concreto, la facturación ha bajado en torno a la mitad en los cuatro últimos años. En el último lustro, el nivel de empleo en nuestra oficina se ha resentido un 50%. De seis trabajadores hemos pasado a tres", apostilla el impulsor de Musiketan.
¿solución? Aunque no sea la panacea, existe casi el consenso general de que un descenso del IVA ayudaría a voltear la situación. "Si el gobierno diera marcha atrás se mejoraría la situación, lo que ayudaría a afrontar mejor la crisis", resume Santiago. "El futuro es bastante negro aunque una revisión del IVA cultural acorde con el resto de Europa, donde lo habitual es que sea menor del 10%, mejoraría algo las cosas", añade Herrera. Por su parte, Argomaniz no ve "un escenario halagüeño" a corto plazo. "Hay que reordenar el número de conciertos, ya que se compite también con las instituciones y a ellas les importa menos bajar ingresos. Pero sí que un regreso al 8% o al 10% del IVA sería razonable. Si hacemos un estadio y se recaudan 3 millones de euros, ahora ingresamos 350.000 euros menos que hace dos años. Por eso decimos que no a artistas potentes", apostilla.
Serrano discrepa, ya que cree que en la raíz de problema está "la retirada de las instituciones" de un escenario que coparon hace años. De ahí que defienda que "el regreso al IVA anterior no es la prioridad" porque "es mentira que todos nos salvaríamos". En su opinión, la solución es difícil pero posible. "Pasa por sentarse en una mesa con las instituciones y que éstas le den a la cultura un tratamiento similar al de Europa o Estados Unidos", según Serrano, que también aboga por "regular este mercado y dar las subvenciones con transparencia y publicidad".