nueva york. James Gandolfini siempre afirmó en vida que la familia era lo más importante para él, y así se refleja en el reparto de una herencia de 70 millones de dólares (53,6 millones de euros) que beneficia fundamentalmente a sus dos hijos y reparte el resto de su patrimonio entre su viuda, familiares y empleados.
Michael, de trece años y quien descubrió el cadáver del protagonista de Los Soprano en Roma el pasado 19 de junio, y Liliana Ruth, de ocho meses, son los principales beneficiarios del testamento de Gandolfini.
Según publicó ayer el diario New York Post, que colgó en su web el testamento del actor, el documento fue presentado parcialmente el martes en el Tribunal Testamentario de Manhattan y todavía se espera que se hagan públicos más documentos que desvelen nuevos apartados del reparto de la herencia del actor.
Los dos hijos, fruto del primer y segundo matrimonio del actor de Nueva Jersey, respectivamente, tendrán que esperar a tener 21 años, en el caso de él, y 25, en el caso de ella, para poder disfrutar del patrimonio que su padre les legó. Michael tendrá, asimismo, la prioridad para comprar la casa de Gandolfini en el West Village de Nueva York y compartirá con su hermana otra vivienda que su padre tenía en Italia. En el texto, El actor muestra un apego especial por su casa italiana: "Es mi esperanza y deseo que sigan poseyendo dicha propiedad y la mantengan en nuestra familia tanto tiempo como sea posible", asegura una cláusula del testamento.
El resto de la herencia se repartirá entre su viuda, Deborah Lin, y las hermanas de Gandolfini, aunque en el testamento reservaba 200.000 dólares (153.424 euros) para su asistente y su secretaria.
James Gandolfini murió a los 51 años en Roma víctima de un ataque al corazón, cuando se dirigía a Sicilia para recibir un homenaje en el Festival de Cine de Taormina. La muerte del actor impactó a todos sus seguidores y fue seguida especialmente en la ciudad d eNueva York. Para albergar a las 2.000 personas que quisieron despedirse hoy de James Gandolfini, Nueva York puso a su disposición una de sus mayores catedrales, la episcopaliana San Juan el Divino, un lugar "lo suficientemente grande para albergar un corazón y un espíritu enormes", aseguraron durante la ceremonia.
"Gracias por amarme y creer en mí. Te amo Jim, y siempre te amaré", dijo su viuda, Deborah Lin Gandolfini, ante una parroquia en la que no faltaron miembros de su otra "familia", los actores de la serie Los Soprano.
