Vitoria. La duodécima edición del Azkena Rock Festival ya es historia. Pero antes de pasar página de manera definitiva, ayer fue día de balances cuantitativos y cualitativos por parte de la organización la promotora vasca Last Tour International, que aprovechó para volver a dejar claro, ante algunos rumores no muy bien encaminados, que el encuentro gasteiztarra volverá a encontrarse con su público en 2014.

No ha sido este 2013 un año fácil por diferentes razones, siendo las principales la crisis económica actual y los problemas surgidos antes del certamen para configurar el cartel final. En lo que respecta a la primera cuestión, el balance final de asistentes cifra en 25.406 los azkeneros que han tomado en estos dos días Mendizabala, una cifra, a juicio de la organización, que se mueve de manera proporcional en los datos de 2009, que contó con unos 34.000 espectadores en tres jornadas. De ahí que Last Tour mostró su satisfacción, sobre todo ante la fidelidad que una edición tras otra muestran los asistentes. "Las decisiones de reducir una jornada y un escenario han sido duras pero hubiese sido irresponsable no tomarlas de cara a garantizar el futuro del festival", explicó ayer la promotora, también responsable de citas como el BBK Live.

En lo que concierne a la segunda cuestión, la organización también quiso destacar el nivel artístico de lo vivido tanto el viernes como el sábado, aunque cabe decir en este sentido que haría bien el Azkena en reflexionar de manera más pausada sobre lo acontecido antes de la cita gasteiztarra para evitar futuros desencuentros con unos incondicionales que lo son y así lo demuestran cada año. Para seguir manteniendo esa fidelidad y acrecentarla, además de ofrecer una buena oferta musical, hay determinadas cuestiones que, más allá de que los ya explicados problemas de contratación de este año, se deben cuidar de manera especial.

De todas formas, lo que sí es evidente es que el número final de espectadores en las dos jornadas, teniendo en cuenta la situación económica actual, es una cifra a tener muy presente ya que habla del ARF como una marca de referencia para miles de personas, un festival único en el Estado que, eso sí, las instituciones deberían volver a valorar como se merece y no de la manera que algunas lo están haciendo en estos momentos.

Sobre el escenario Pero más allá de los números y otras cuestiones está la música y es ella la protagonista en el Azkena. Tras 20 conciertos en dos días hay una cosa que es evidente en este aspecto: The Black Crowes, con mucha diferencia, han sido los grandes triunfadores de esta duodécima edición.

Muy destacable también ha sido el paso de The Sheepdogs, JJ Grey & Mofro, Uncle Acid & The Deadbeats, sin olvidar a The Gaslight Anthem y Sex Museum. Y no han estado lejos grupos como Los Enemigos, The Sword y Alberta Cross, aunque sus conciertos, por distintas razones, no terminasen de ser redondos del todo.

A partir de ahora, eso sí, toca empezar a pensar en el cartel de 2014 mientras Mendizabala recupera su aspecto habitual.