madrid. Los padres del rock urbano, Leño, regresan a la actualidad por partida doble, con una antología (que recoge todos sus discos más un DVD del concierto Vivo 83) y una biografía autorizada. Una buena forma de celebrar el 35 aniversario del nacimiento (y el 30 de su abrupta separación) de una de las bandas españolas más influyentes de la historia. Tanto que, tal y como recalcó con sorna su bajista, Tony Urbano, "hay tiendas de música en las que prohíben tocar Maneras de Vivir", uno de sus grandes clásicos.
En rueda de prensa celebrada ayer, en el Círculo de Bellas Artes, el vocalista y guitarrista Rosendo Mercado, escapando de reflexiones trascendentales sobre su éxito, aseguró que ellos escribían sobre lo que veían y sobre lo que les pasaba. "Eran sentimientos que siguen estando vigentes, pues seguimos adoleciendo de los mismos problemas", subrayó. Acerca del hecho de que esta biografía llegue treinta años después de la separación del grupo, Rosendo bromeó al asegurar que se debe a que en realidad, "nadie" les hacía "caso nunca".
Los encargados de dar forma a la biografía han sido los periodistas musicales Kike Babas y Kike Turrón, quienes aparte de hablar con el trío largo y tendido, han contado con testimonios de artistas tan relevantes como Miguel Ríos, Barricada, Barón Rojo, Los Enemigos, Siniestro Total o Luz Casal, entre muchos otros. En lo que tiene que ver con el estado de salud actual del rock, Rosendo ha destacado que "está como siempre". "El rock no está muerto, pero la gente no se entera porque no interesa, porque no es comercial", resaltó, para después admitir que ver a los chavales jóvenes con camisetas de Leño le ayuda a "mantener el espíritu vivo" a pesar del paso de los años.
El hipotético regreso de Leño a los escenarios es uno de los temas preferidos para los rockeros estatales desde casi el mismo momento de su seperación. Sin embargo, y aunque el 17 febrero de 2010 el trío se juntó para ofrecer un concierto nostálgico en la Sala Caracol de Madrid, el retorno siempre es descartado por todos los músicos implicados.
Así, el baterista Ramiro Penas afirmó que tal vez pudiera ocurrir algo como lo que hicieron en Caracol, "pero por simpatía y amiguetes", rechazando así una vuelta formal para protagonizar una gira. En su opinión, la historia de Leño fue la que fue, con "trabajo, lucha y evolución, ante un público muy receptivo en aquellos años" de actividad, entre 1978 y 1983.
Miguel Ríos fue el encargado de entregar ayer al trío una placa por haber vendido más de medio millón de copias de sus discos.