MADRID. Las risas del espectador desbordan en esta producción, en la que estos dos becarios cuarentones sin conocimientos ni habilidades para la tecnología, sino sólo como vendedores de relojes, tienen que superar un sinfín de pruebas para demostrar su valía y convertirse en Googlers o auténticos empleados de Google a tiempo completo.
La imagen que busca Google con esta película es la de una empresa altruista en donde se premia el trabajo en equipo y el compañerismo.
De hecho, según explica en una nota su director y productor, Shawn Levy, se ha intentado reflejar la filosofía corporativa de Google y sus amables principios a favor de "hacer dinero sin hacer el mal".
Google es un lugar de trabajo muy especial, sin formalismos, en donde "no hay despachos", y en donde se anima a "ser serio sin llevar traje", bajo la filosofía de que aun siendo "el trabajo desafiante, éste debe ser divertido", recuerda.
La película trata de unos vendedores cuya vida profesional se ha visto truncada tras la irrupción del mundo digital; contra todo pronóstico logran acceder como becarios, junto con un batallón de brillantes universitarios a Google, el lugar donde aparentemente los sueños se convierten en realidad.
Como parte de la trama, los becarios cuarentones se enfrentan a todo tipo de pruebas y desafíos; finalmente descubren, junto a sus jóvenes compañeros de equipo, que la victoria se halla en las lecciones de la vida, en el compañerismo y no tanto en llegar el primero a la meta.