madrid. La asamblea general de la SGAE refrendó anoche en una votación muy reñida las cuentas de la entidad de 2012 presentadas por el presidente de la entidad, Antón Reixa, que recibió críticas a su gestión pero también alguna ovación en una reunión en la que hubo momentos de tensión.
Seis horas duró la asamblea de socios que, por 10.994 votos a favor (56,13%); 8.374 en contra (un 42,95%) y 384 abstenciones (0,92%) dio luz verde a las cuentas que el presidente de la entidad, Antón Reixa, calificó de "impecables desde el punto de vista técnico, económico y contable". Por el contrario, su rival en las últimas elecciones y vicepresidente de la SGAE, Luis Miguel Fernández Sastrón, tachó las cuentas de "ilegales". Los momentos de mayor tensión se vivieron durante la intervención del cantante y compositor Juan Erasmo Mochi que reprochó a Reixa el que se defina como gallego y dijo que no le representaba como español, momento en el que algún socio le llamó "fascista".
También caldeó el ánimo la intervención del presidente de la Asociación de Compositores y Autores de Música (ACAM), José de Eusebio, que criticó duramente al presidente de la SGAE, al igual que hizo Fernández Sastrón. Pero Reixa también fue ovacionado cuando insistió en luchar contra lo que calificó de "fraude" por parte de un grupo de socios.
Reixa arremetió contra las prácticas de once socios que están siendo investigados y que, indicó, mediante un "fraude" han conseguido de la entidad 25 millones de euros en los últimos cinco años.
La investigación se realiza en relación al reparto de los derechos televisivos entre productores intermediarios que, al parecer, falsean autorías de piezas musicales de dominio público cambiando una sola nota o registrándose como coautores en espacios de televisión en horario de madrugada. "Esto es una sociedad de autores, no de intermediarios y productores", enfatizó Reixa, que aseguró a la asamblea que con estas prácticas se está jugando el futuro de la SGAE. El presidente de la SGAE animó a "sacar a estos señores" de será imposible revertir pero sacando fuera a estos señores de la entidad: "no son autores, se han limitado a cambiar una nota y en los títulos de una misma canción de una obra de dominio público". Ante esta situación la SGAE "es como un sindicato y hay que conseguir que los autores no tengan que ceder nunca su autoría a ningún intermediario".
El presidente de la entidad atribuyó a este asunto la alta asistencia a la asamblea general celebrada ayer y a la polémica que suscitó la carta que envió en marzo a los socios advirtiéndoles de estas prácticas, misiva que levantó "ampollas" en algunos socios que ayer le reprocharon que no pidiera permiso a la Junta directiva para hablar de ello en los medios de comunicación. Dos de los socios contra los que se han abierto diligencias de investigación intervinieron también en la asamblea, en la que se mostraron muy dolidos por la forma en la que se ha llevado a cabo. Juan Felipe López Márquez, uno de estos socios, dijo que las cuentas eran muy malas y la gestión de Reixa "impresentable". Una entidad que a 31 de mayo de 2013 ha incrementado sus ingresos en un 3,8% respecto al mismo periodo del año anterior, según un avance de las previsiones presupuestarias expuesto ante la asamblea por el director económico financiero, Luis Felipe Palacios.
El presidente de la SGAE animó a los socios a luchar para que no se apruebe la Ley de Propiedad Intelectual, que consideró lesiva para los trabajadores de la cultura. Según las cuentas aprobadas, la SGAE registró en 2012 unas pérdidas de 1,8 millones de euros en un año "especialmente difícil", pese a lo cual sus socios cobraron en concepto de derechos de autor 384 millones de euros.