Se cumplen en este 2013 cien años del fallecimiento del pintor Félix Resurrección Hidalgo y Padilla, autor nacido en Filipinas que a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX fue considerado como uno de los autores más destacados de su país, más allá del hecho de que fue en Europa donde residió gran parte de su vida. El Museo del Prado cuenta con varias obras suyas en su colección, como La vendedora de Lanzones, aunque también tiene, mediante la fórmula del depósito, un cuadro en el Bellas Artes de Álava. Se trata de La aparición del apóstol Santiago al rey Ramiro I antes de la batalla de Clavijo, una pintura que ahora ha sido recuperada por el Servicio Foral de Restauraciones y que desde esta semana se puede ver en el palacio del Paseo de la Senda.
La pintura se encuentra en el territorio desde 1908, cuando fue depositada en el Instituto Ramiro de Maeztu, pasando en 1944 a formar parte del Museo Provincial, hoy Bellas Artes de Álava. Sin embargo, se encontraba en un estado que requería diferentes e importantes actuaciones, una intervención que se ha aprovechado, además, para realizar un estudio completo de la obra, su creador y el hecho que refleja.
En este sentido, como bien indica el explícito título de la pintura, el artista plasma un momento de la batalla de Clavijo, una confrontación que tiene mucho de leyenda acrecentada con el paso de los siglos. En la pieza, se puede ver al rey Ramiro I en un momento de descanso en las 48 horas que duró esa pelea entre las tropas cristianas y las árabes en el año 844, un instante en el que el apóstol Santiago se le aparece para garantizarle la victoria si se cumplen una serie de condiciones relacionadas con la demostración de devoción.
Según el mito, el cumplimiento de esos condicionantes hizo que el monarca asturiano ganase en la localidad riojana, aunque en realidad esta confrontación de base histórica débil fue utilizada con posterioridad para satisfacer diferentes intereses económicos y políticos.