madrid. El nuevo director general de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Emilio A. Pina, aborda su cargo convencido de que hay que encarar el mal momento de la industria del cine español como algo "pasajero" y confiesa, en una entrevista con Efe, que se marca la obligación de ser optimista. "Ya sé que es difícil, pero deberíamos pensar que esto es un bache y que esta desafección que tiene el actual sistema, donde se priman valores económicos sobre los culturales, es pasajera, y se irá con la crisis; lo que hay que conseguir es que esto no termine por destruirnos y luchar por su recuperación", afirma.
Pina (Madrid, 1962) ha ocupado desde 2003 diversos puestos en la Academia, entre ellos, la vicepresidencia, compartida con Icíar Bollaín, cuando era presidente Álex de la Iglesia, y en los últimos años como responsable de producción de la gala de los Goya, la "tarjeta de presentación" de esta "nueva Academia".
"Creo que es una ventaja el conocer la casa, que tiene un comportamiento peculiar y en los últimos años intenta ser un poquito más profesional. El otro día -explica divertido- me senté por primera vez en la junta directiva para responder; ahora soy yo el que da las explicaciones". Enseguida aclara que lo que hace "es gestionar y organizar, pero quien decide es la junta, que además es muy activa". Descarta con humor plantearse el cargo como acceso a la presidencia, máxime -apunta- cuando el actual responsable es "alguien tan completo como Enrique González Macho, que conoce y trabaja en las tres patas principales de la industria. La suya sí que es una visión global y ventajosa", dice.
En este punto, Pina accede a reflexionar sobre lo sucedido con la empresa del presidente, Alta Films, abocada al cierre después de cuarenta años liderando el sector del cine en versión original subtitulada, productora y distribuidora de prestigio, y exhibidora en más de 200 salas en su momento. "Es una pena, porque es una muestra de que el sector no funciona como debiera", dice.