Madrid. El fiscal ha pedido el sobreseimiento provisional de la investigación judicial abierta sobre el fallecimiento de Enrique Morente, ocurrido en la clínica de La Luz de Madrid el 13 de diciembre de 2010 tras una operación. En su informe, el fiscal afirma que "no ha quedado debidamente acreditada la comisión por parte de ninguno de los imputados de conducta delictiva alguna". El fiscal encargado del caso sostiene que "no puede imputarse a los distintos profesionales médicos que intervinieron en las fases de diagnóstico, tratamiento y cuidado" de Morente, "una acción u omisión contraria a las normas de la lex artis (buena práctica médica) que fuese la causante del fallecimiento del paciente". Tras el fallecimiento del cantaor, a los 67 años de edad, una semana después de ser operado por segunda vez de un cáncer de esófago, su familia presentó una denuncia por presunta negligencia médica. La familia acusa a los responsables médicos -encabezados por el doctor Enrique Moreno- de imprudencia profesional con resultado de muerte, falsificación de documento oficial y abandono sanitario, ya que considera que no se atendió a tiempo al cantaor.

El forense del juzgado de Instrucción número 52 de Madrid, que investiga el fallecimiento del cantaor a petición de la familia, había concluido en su informe, presentado en enero, que la actuación médica proporcionada a Enrique Morente en la clínica madrileña en la que murió fue "la adecuada". En su escrito, notificado a las partes, el fiscal afirma que "confiere especial relevancia" a ese informe del médico forense ya que se trata de "un profesional al servicio de la Administración de Justicia de cuya imparcialidad y competencia no hay motivos para dudar". Según ese informe, "la existencia de una posterior rotura de una arteriola no puede considerarse como una mala praxis médica puesto que se trata de una de las posibles complicaciones".