Madrid. Los cinco hijos de Alfredo Di Stéfano hicieron público ayer un nuevo comunicado en el que consideran "radicalmente falso" que pretendieran su incomunicación o limitar su libertad de movimientos cuando solicitaron en el juzgado su incapacidad. "Nuestra decisión se basa, exclusivamente, en nuestro deseo de favorecer su máxima protección en todos los órdenes de su vida, y, si adoptamos la misma, fue como consecuencia de su estado de salud y previa exploración clínica que le fue practicada por un doctor en medicina, especialista en psiquiatría", señalan. Los hijos del exfutbolista, de 86 años, afirman que otras consideraciones como la supuesta pretensión de Di Stéfano de contraer matrimonio con Gina González, de 36 años, "son posteriores a la decisión de promover la incapacitación". "Sin perjuicio", añaden, "de que nos reservamos nuestra opinión en relación con las conductas y móviles de la referida persona que, NUNCA se ha ocupado del cuidado de nuestro padre".

Respecto a sus derechos hereditarios, indican: "No podemos dejar de significar la ruindad que representa su mera invocación en la actual situación; con todo, queremos recordar ahora que, con ocasión del fallecimiento de nuestra madre, decidimos todos los hijos, unánimemente, ceder el usufructo de nuestra herencia materna en favor de nuestro padre, lo que evidencia que ningún interés espurio subyace en nuestra iniciativa". "Desde que la salud de nuestro padre así lo ha demandado -y dicha situación se remonta ya a varios años- nunca ha faltado a su lado algún miembro de nuestra familia, para acompañarle y, en su caso, asistirle. Lo anterior comprende tanto a nuestra madre, fallecida ya hace algunos años, como a nuestra hermana Nannete, a la que lamentablemente perdimos en diciembre, como a los restantes hermanos".

El comunicado se refiere también a la situación actual de su progenitor. "Amén de por su avanzada edad, su estado de salud es extraordinariamente delicado y frágil, lo que determina la necesidad de cuidados continuos, cuando no su internamiento en centros hospitalarios, siempre acompañado por alguno de sus hijos". "Ninguna limitación", prosigue, "hemos impuesto a nuestro padre. Es radicalmente falso, que pretendamos su incomunicación o que limitemos de ninguna forma su libertad de movimientos. Las únicas limitaciones que tiene derivan exclusivamente de su delicado estado de salud", añade.