A principios de año empezó su periplo expositivo en el Ateneo de Madrid, un camino que ahora llega a la capital alavesa. Lo hace como la consecuencia lógica de la investigación que bajo el mismo título desarrolló Raquel Osborne, comisaria, junto a María Rosón, de Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad (1930-1980), una muestra que, de la mano del Servicio Municipal de Igualdad, se podrá ver en Montehermoso hasta el 16 de junio.

Organizada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Uned, la exposición, como bien indica su subtítulo, realiza un recorrido por diferentes épocas de la reciente historia del Estado, desde la II República hasta la época de la transición, teniendo una especial relevancia, cómo no, lo vivido o sufrido por ellas, que opiniones habrá para todo, a lo largo de los 40 años de dictadura franquista. Y esa mirada se compone a base fotografías, carteles, vídeos, libros, cromos, periódicos, trajes, anuncios, películas, fichas policiales, muñecas, cartillas de racionamiento, objetos personales, juegos, pinturas... es decir, en su mayoría, elementos de la vida cotidiana.

La percepción que de ellas se ha ido teniendo a lo largo de las diferentes décadas, sobre todo por parte del poder, y la vivencia de la sexualidad son los dos ejes fundamentales, destacando en este último caso el intento por tratar un tema que incluso hoy es problemático para algunos sectores sociales: el lesbianismo.

Aunque como siempre que se abordan cuestiones tan amplias y que se refieren a periodos temporales largos es normal que diferentes aspectos se queden en el tintero o se pase sobre ellos sin profundizar todo lo que fuera necesario, la exposición está pensada más como una invitación para reflexionar y, desde ahí, investigar lo que a cada persona le interese, que como un ensayo cerrado y completo. Desde esa perspectiva, se estructura el recorrido a través de cinco áreas temáticas: las modernas: individuas de dudosa moral; las domesticadoras; las decentes; y ¿las liberadas?.

"Cuando se empezó el proceso de investigación se partía de la base de que la mujer había sufrido la invisibilidad y la represión en la época de la dictadura, pero cuando indagamos un poco más vimos que no había tanta invisibilidad, que los procesos de represión eran diferentes y que había mujeres que habían encontrado sus espacios para expresarse", comenta Rosón.

En paralelo a la muestra, la única en un centro cultural que sigue sin producir nada ni fijar los precios de alquiler para que otros puedan usar sus salas, Montehermoso acogerá también tres actividades para completar el significado de la exposición. Las dos primeras serán proyecciones presentadas por la profesora de la UPV Aintzane Rincón. El día 15 se podrá ver Función de noche, de Josefina Molina, y el 29 Calle mayor, de Juan Antonio Bardem. En ambos casos se establecerá un diálogo con los asistentes. Además, el 5 de junio se llevará a cabo la charla Mujeres modernas: autocontrol femenino del cuerpo y de la sexualidad durante los años 20 y 30, que dará la también profesora universitaria Miren Llona.