EN el panorama de las teles generalistas que son las que proporcionan los mejores resultados de audiencia y golosa explotación comercial, los gestores de La Sexta, fusionada/absorbida por A3 están empeñados en hacer de esta cadena un referente informativo a lo largo del día, con programas como Al rojo vivo, Más vale tarde y El intermedio con tres conductores de postín, Ferreras, Mendizábal y Monzón en un ejercicio de análisis puro y duro de actualidad en una oferta específica que puede terminar dando buenos resultados ya que ocupan un nicho de producto poco atendido por las emisoras de la competencia, que se limitan a los programas informativos de tarde y noche. Diríase que los programadores de La Sexta buscan hacer de la diaria y agotadora actualidad materia atractiva para audiencias mayoritarias, aderezada con oportunos tertulianos que le dan marcha y comba a los discursos informativos. Sin lugar a dudas, la presencia y estilo de Antonio García Farreras alimenta esta intensidad informadora casi siempre al borde del infarto o abismo con continuas llamadas de atención a los televidentes como si estos no calculasen la gravedad o importancia de las imágenes y sus situaciones. Mamen Mendizábal, conductora del programa de tarde es fiel retrato de las características informativas de su jefe, al que en ocasiones supera por la potencia de las inflexiones de voz, los gestos no verbales que acompañan su intenso decir y su presencia amenazante para la cámara queriendo salirse de marco. Esta sobreactuación molesta al espectador que se ve zarandeado por la impulsiva y desatada periodista que hace de la información un espectáculo al borde del incendio en alocada secuencia de frases, imágenes y ruidos. Esta electricidad informativa terminará incendiado el plató y quemando a la joven periodista.
