málaga. Un canalla entrañable, el que interpreta Eduard Fernández en la película de Mariano Barroso Todas las mujeres, y un hombre en proceso de autodestrucción, encarnado por Darío Grandinetti en Inevitable, de Jorge Algora, centraron ayer la sección oficial del Festival de Cine de Málaga. Presentado fuera de concurso, el largometraje de Barroso muestra a un veterinario (Fernández) que se enfrenta a una amante, una ex pareja que es abogada, su madre, su cuñada y una psicóloga, con las que tiene cuentas pendientes y comparte reparto con Michelle Jenner, Nathalie Poza, Petra Martínez, María Morales, Marta Larralde y Lucía Quintana. "Eduard practica el deporte nacional de echarle la culpa al otro de lo que le pasa a él, y lo hace con las mujeres. En su huida hacia adelante encuentra a mujeres con las que tiene cuentas pendientes, y hay un retrato de él hecho por todas ellas", señaló Barroso.

Este protagonista "es miserable pero entrañable, tiene una compulsión con la mentira y se engancha a esa manera de ser, que le funciona hasta que agota todas las posibilidades", añadió el director. Fernández calificó su personaje como "alguien que no está bien, como muchos de nosotros no terminamos de estar bien, y busca la excusa fuera". "No se aguanta o tiene miedo de sí mismo, de mirarse, y se cree incapaz de solucionar todo, porque tiene la autoestima francamente lesionada y por eso es entrañable y nos reconocemos en él", apuntó el actor.

Por su parte, la coproducción hispano-argentina Inevitable es un thriller emocional protagonizado por Darío Grandinetti y Federico Luppi que habla "sobre los encuentros, las casualidades, el amor y las formas de interpretar el amor", explicó su director, Jorge Algora. Grandinetti encarna a un hombre que forma junto a su esposa la pareja perfecta, aunque la muerte de un compañero le causará una crisis y buscará refugio en las teorías de un famoso escritor, interpretado por Luppi, que le llevarán a buscar la auténtica pasión de su vida. "La película habla de unos amores idealizados que pertenecen a una especie de reserva emocional que guardamos para los momentos difíciles, y del ansia con la que buscamos el amor de nuestra vida y que nos lleva a cometer errores", dijo Algora. El personaje de Darío Grandinetti "hace un recital de autodestrucción y pasa de un equilibrio sereno a una sensación de vergüenza ajena, que es el espíritu y la esencia de la película, la caída a los infiernos de ese personaje", añadió el director, que se ha basado en la obra teatral Cita a ciegas, de Mario Diament.