roma. La duquesa de Alba se encuentra hospitalizada en Roma, donde tuvo que ser operada de una rotura de la cabeza del fémur, tras sufrir una caída mientras disfrutaba de la ciudad, que visitaba por segunda vez, junto a su esposo Alfonso Díez.
La duquesa se recupera favorablemente de la operación a la que fue sometida, y podría permanecer en el centro hospitalario unos cinco días, refirieron las fuentes. La caída se produjo cuando tras visitar el Palazzo Collona y la Piazza del Campidoglio, la duquesa se dirigió a comprar cristal de Murano, se tropezó y cayó, relataron testigos oculares. Por su parte, su hijo mayor, Carlos Fitz-James Stuart, el duque de Huéscar, llegó ayer a Roma en el vuelo de Iberia que aterrizó a las 11.10 hora local para estar con su madre mientras permanezca ingresada en el extranjero.
El embajador de España en Italia, Javier Elorza, y el cónsul de España en Roma, Eduardo De Laiglesia, se pusieron en contacto con el duque de Huéscar para ayudar en lo que hiciera falta, dijeron fuentes de diplomáticas. "Afortunadamente la rotura es limpia, mi madre está bien y esperamos que en pocos días pueda regresar a España", refirió el duque de Huéscar a los diplomáticos a los que agradeció su atención, según las citadas fuentes.
En octubre de 2011, poco después de su boda con Alfonso Díez, la duquesa sufrió también una caída fortuita que le provocó una fisura de pelvis. Los viajes de la duquesa de Alba siempre han sido objeto de comentarios, y a sus 87 años, Cayetana no parece dispuesta a renunciar a una de sus mayores pasiones: recorrer el mundo. Así, hace cinco años, cuando aún no estaba casada con su ahora marido Alfonso Díez, Roma fue uno de los primeros destinos de Europa donde se les vio juntos. Francia, un crucero por el Nilo, Estambul, Portugal, Siria, Jordania o Sicilia han sido algunos de los viajes que la pareja ha realizado, sin desdeñar otros destinos por España como San Sebastián, Salamanca y su querida Ibiza
En su último libro de memorias, Lo que la vida me ha enseñado (Espasa), explicaba con entusiasmo su deseo de continuar viajando. "Sí, viajar es vivir", sentenció en su libro.