madrid. Juan Cruz lleva 50 años dedicado al periodismo y cree que el gran problema de este oficio en la actualidad es que el periodista "se ha convertido en un ser vengativo que utiliza su opinión antes que la información", y se dedica a "adoctrinar".

"Que la gente no se crea los periódicos -hablo en términos generales- es muy grave, y eso no lo ha conseguido Internet ni ninguna amenaza interior. Lo hemos conseguido nosotros, utilizando nuestra pluma para difundir rumores o para insultar", decía ayer Cruz en una entrevista con Efe, con motivo de la publicación de su libro Especies en extinción (Tusquets). En este libro, continuación de Egos revueltos, con el que ganó en 2009 el Premio Comillas de Memorias, refleja su pasión por los dos oficios que ha desempeñado, el de periodista y el de editor, y recrea su relación con algunos de los innumerables escritores que ha tratado a lo largo de su vida, entre ellos Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, José Saramago, Javier Marías, Mario Benedetti, Manuel de Lope, Arturo Pérez-Reverte o Muñoz Molina.

No cree que el periodismo y la edición estén "en peligro de extinción", pero sí atraviesan una profunda crisis y "están en peligro", sobre todo en España, "donde es muy débil el tejido cultural". "La cultura española no gira en torno a nada, ni en torno a la música, ni a los libros, ni al cine", comenta Juan Cruz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) antes de asegurar que ese "problema gravísimo" no ocurre en países como Francia, Alemania, Gran Bretaña o Italia. Y si "está en peligro el oficio de editar" no es solo por la irrupción del soporte digital, "que todavía vende muy poco", señala Juan Cruz, que fue director de Alfaguara entre 1992 y 1998 y que luego dirigió la Oficina del Autor del grupo PRISA.

La entrevista tiene lugar el día en que algún medio digital ha difundido que Alfaguara iba a ser vendida a Random House, algo que ha sido desmentido por PRISA, aunque este grupo reconoce que hay conversaciones con diferentes interlocutores para esa posible venta.

Tampoco corren buenos tiempos en el periodismo, donde se vive "un momento de desilusión y de asesinato de la curiosidad". Juan Cruz regresó en 2005 a El País, su periódico desde 1976, y asegura que su vuelta fue la de "una persona inconsciente" porque tenía ya 55 años y a esa edad "uno no puede volver a un lugar en el que ya estuviste ni pretender hacer lo que ya hiciste". En el libro también alude al ERE que ha vivido recientemente El País, un proceso "muy doloroso para todos", y que él ha tratado de contar "por la huella sentimental" que le dejó.