Vitoria. Hasta sus últimos días, Beethoven renegó de su obra. Consideraba que su composición era demasiado sencilla, muy del gusto del gran público, y de ahí el enorme éxito económico que le proporcionó. Eran esas buenas noticias las que hacían que el creador considerase que había traicionado a la música con mayúsculas. La pieza en cuestión tiene diversos nombres, desde La Batalla de Vitoria hasta La Victoria de Wellington pasando también por, entre otros, el de Gran Sinfonía Guerrera. Y es este último nombre el que sirve, casi por completo, para bautizar la nueva novela del historiador Iñigo Bolinaga.
Bajo la edición de Txertoa, la obra del autor vizcaíno, presentada ayer en la capital alavesa, hacer discurrir por las mismas páginas al mismo conflicto pero mirado desde dos perspectivas. Una es la real, los hechos históricos tal y como acontecieron hace 200 años. Otra es la imaginaria, es decir, la ideada por Beethoven para componer su partitura y divulgar por Europa las bondades de Wellington y los suyos.
"La protagonista de la novela es la batalla en sí misma", apuntó Bolinaga a la hora de describir una Sinfonía guerrera que le ha demandado una gran labor de documentación. "Sólo hay dos personajes que son de ficción, que no existieron en el tiempo y en el espacio que se relata", apunta. Y con esos ingredientes se construye "una fotografía casi exacta" de lo acontecido entre dos ejércitos multinacionales que libraron en tierras alavesas un conflicto que, en realidad, se podría haber producido en cualquier otra parte, más allá de que haya personajes del territorio que "tuvieron su relevancia".
Es el caso, por ejemplo, de la condesa de Montehermoso, una figura vista por muchos como sólo una mujer muy abierta en sus relaciones personales, pero que el autor quiere también reivindicar dentro del puzzle histórico que compone un libro que, por cierto, será objeto de un encuentro con el público que se producirá el próximo día 16 a las 19.00 horas en la tienda de Elkar en el Campus de Álava.
De todas formas, ayer fue un día de presentaciones de libros en la capital alavesa, sobre todo a la tarde. Fue el caso de la primera novela de Kepa Murua, Un poco de paz, que el poeta ya desgranó hace varias semanas en estas mismas páginas. Pero también el de Inquietos vascones, un libro coral editado por Desnivel que reúne 24 firmas de prestigio en el mundo del periodismo, los viajes y la literatura del País Vasco y Navarra.
Se trata de una obra que, bajo la coordinación de Miguel Gutiérrez-Garitano, pasa por casi todo el mundo para relatar experiencias donde el humor, la aventura, el miedo, el riesgo... es decir, la vida es la protagonista a través de nombres como los de Mikel Ayestarán, Jon Sistiaga, Julio Villar, Jokin Azketa, Roge Blasco, Amaia López de Munain y Marisol Ortiz de Zárate, entre otros. Los beneficios obtenidos con la venta del libro se destinarán a apuntalar la labor social y cultural de la Asociación Africanista Manuel Iradier.