Un padre y un hijo van, en teoría, a por setas. Y mientras van en el coche y tienen una discusión sobre el futuro profesional del vástago, una noticia salta desde una de las páginas de un ejemplar de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA: hay un asesino suelto que ataca a sus víctimas con una ballesta. A partir de ahí... Bueno, no se puede, debe, contar mucho más. El resto se relata en los algo más de 17 minutos que dura el nuevo cortometraje del director alavés Kepa Sojo.
Diez años después de llevar a cabo su último corto y tras lanzarse al largometraje con El síndrome de Svensson, el realizador de Laudio vuelve a un formato que conoce bien gracias a trabajos como 100 maneras de hacer el pollo al txilindrón o Looking for Chencho, entre otros. El resultado es Loco con ballesta, una historia a medio camino entre la comedia y el suspense que está a punto de estrenarse. De hecho, sin encontrarse de manera oficial con el gran público, ya tiene en cartera sus primeras buenas noticias y es que ha sido seleccionado para participar en la próxima edición del Festival de Medina del Campo, el más importante que existe en el Estado dentro del género. No es el único certamen que ha llamado a su puerta. Ya hay otros dos confirmados y lo que vendrá.
Y todo gracias a un trabajo producido por la firma alavesa Banatu Filmak, que ha contado también con una ayuda del Gobierno Vasco, en el que se dan cita intérpretes como Karra Elejalde, Andrés Gertrudix, Alejandro Garrido, Lucía Hoyos, Iñigo Salinero Txaflas, Gorka Aginagalde y Mikel Martín, sin olvidar la participación, por ejemplo, de Fernando Velázquez (Lo imposible) en la banda sonora o Juantxo Sardón en la fotografía. "Es una película que iría a ver. Si buscas una propuesta divertida, con la que te lo vas a pasar bien, que además tiene una calidad técnica importante, éste es tu corto. De hecho, en el aspecto técnico estoy especialmente contento porque creo que en este sentido es lo mejor que he hecho hasta ahora; antes tal vez estaba casi sólo preocupado por la historia", describe Sojo.
Aunque en realidad se iba a rodar a principios del pasado mes de agosto en Zigoitia, las previsiones climatológicas truncaron los planes. Las miradas entonces se trasladaron a Maeztu, siendo la localidad de Sabando el centro de operaciones el pasado septiembre. "Tanto con Andrés como con Karra llevaba tiempo con ganas de rodar, pero por unas cosas u otras no había podido. La verdad es que fue estupendo. Además, la presencia de Elejalde fue lo mejor que nos pudo pasar porque es el mejor actor con el que he trabajado jamas, con respeto a todo el resto; es que lo suyo es una cosa asombrosa", apunta Sojo.
Ahora, de todas formas, toca que el veredicto lo proponga el público al encontrarse con una historia en la que es complicado encontrar un momento de cordura y en donde muchas veces lo que parece no es. "Creo que vamos a disfrutar con el recorrido", apunta un realizador que entre sus próximos proyectos ya tiene un largometraje escrito y otro corto en camino de ello. Y eso mientras Sojo despliega todo el resto de su actividad académica, investigadora y de programación, siempre ligado a la cultura.
Un no parar al que ahora se suma el lanzamiento de Loco con ballesta, una película en la que todo puede pasar, incluso que Pedro y su hijo Javier vayan a por setas de verdad.