Vitoria. Se ha hablado mucho de él, también ayer en el seno de la Comisión de Cultura de las Juntas Generales de Álava, pero hasta ahora no había trascendido la literalidad de su, en teoría, polémico contenido, sólo conocido por el Comité Ejecutivo de Artium y los partidos políticos presentes en la Cámara foral. Pero el secreto ya no lo es, por lo menos para los medios de comunicación. Se trata del informe que a finales del pasado verano, el director de Artium, Daniel Castillejo, realizó a iniciativa propia sobre los riesgos que para el museo puede acarrear seguir profundizando en los rectores tras cinco años de ajustes en los presupuestos del centro.

Con el antetítulo Álava, pequeña pero grande, el escrito de doce páginas, del que en su día la diputada de Cultura comentó que le había causado tristeza y con el que se mostró molesta, analiza la situación en la que se encontraba el espacio a mediados del año pasado y las sombras que se cernían sobre él si se hacía efectiva una bajada de entre el 10 y el 15% en sus dineros para 2013 (al final ha sido del 25%).

Más allá de alguna que otra frase sobre la importancia del museo dentro del sector cultural alavés dedicado al arte contemporáneo que al parecer ha molestado tanto al Partido Popular como al Partido Nacionalista Vasco (o así, por lo menos, lo expresaron ayer), el informe pivota sobre dos claves que, por otro lado, son tan evidentes que es complicado negar. La primera, que el territorio, y sobre todo su capital, han perdido infraestructuras e iniciativas como Krea, Montehermoso y el Proyecto Amarika, que dejan a Álava en una situación complicada y a Artium como único referente público en su campo de acción. La segunda, que el museo ha prescindido en los últimos cinco años de todo lo posible y que seguir en lo mismo puede conducir a traspasar una serie de líneas rojas peligrosas.

Con todo, no sólo Castillejo tuvo que escuchar ayer reproches. Tanto el PSE como Bildu inquirieron a la diputada Iciar Lamarain, que volvió a repetir dos frases ya conocidas: "no hay dinero" y "si no hay para pan, tampoco hay para chorizo", a lo que Lorena López de Lacalle, ex responsable del mismo departamento, respondió si los 80.000 euros presupuestados para celebrar el bicentenario de la Batalla de Vitoria "son también chorizo o caviar", a lo que la actual responsable de Cultura no quiso contestar.