Vitoria. Nuevo, aunque en contenidos casi repetido, capítulo sobre la situación económica de Artium el que ayer se vivió en el seno de la Comisión de Cultura de las Juntas Generales de Álava, un encuentro en el que volvió a quedar patente que nada va a cambiar en lo que respecta a los presupuestos del centro y en lo que se refiere a la prohibición, por segundo año consecutivo, de adquirir obras para la colección (algo que sufren todos los museos forales), por mucho que los grupos de la oposición consensuaran el pasado diciembre una moción reclamando lo contrario.

Nada se mueve salvo la propia actividad del espacio, que ya a finales del año pasado presentó su programación para este 2013, a la espera de que la dirección y el comité de empresa terminen por negociar las medidas que se tendrán que adoptar tras el recorte del 25% en las cuentas y el rechazo, por parte del Gobierno Vasco, del Expediente de Regulación de Empleo planteado en noviembre.

"Estamos ante un tema muy delicado y por eso pido calma a los partidos y discreción a todos para dejar trabajar a las partes", apuntó la diputada de Cultura, Iciar Lamarain, mientras el director de Artium, Daniel Castillejo, recordó que si en octubre de 2012 había 72 personas trabajando de media en el centro gasteiztarra, entre plantilla fija y las subcontratas, este marzo se ha bajado a 60.

Pero más allá de eso, se sigue a la espera de saber qué sucederá tras el desestimiento del ERE, por mucho que una pequeña buena noticia, o menos mala, se haya producido estos días al conocer que la rebaja de la aportación del Gobierno Vasco no va a ser del 15% sino del 11%, algo que, según Castillejo, se traduce en unos 20.000 euros que aunque parezcan poco dentro de un presupuesto que supera los tres millones de euros, tal y como están las cosas, es un alivio. El director, además, volvió a reiterar lo expresado en los últimos meses, es decir, que aunque haya que reducir exposiciones o cerrar salas, como ya ha sucedido, y recortar actividades, el programa del museo va a mantener el interés y la calidad propia de Artium. Y, como hiciera en una reciente entrevista con este periódico, expresó una vez más que el hecho de no alimentar la colección del museo, a pesar de que ahora los precios del mercado han bajado de forma considerable, puede crear lagunas que más tarde habrá que solventar invirtiendo más dinero del necesario ahora.

Por lo demás, el máximo responsable del espacio explicó que al terminar en este 2013 el Plan Estratégico vigente, el museo ya está dando los primeros pasos para analizar su cumplimiento y para elaborar uno nuevo, aunque dejó la puerta abierta a que ya no tenga una periodicidad de tres años, como ha sucedido hasta el momento.

Todo ello sucedió en una comparecencia en la que tras hacer balance de 2012 (al final, el año pasado se cerró con un crecimiento del 10% en el número de visitas, llegando a las 102.506) se explicó a los junteros el ya conocido programa de 2013.

Y es que fue Castillejo el protagonista de una sesión en la que Lamarain, en un segundo plano aunque fue ella la que había pedido comparecer en respuesta a la moción de diciembre, repitió que en el contexto actual es imposible variar las decisiones tomadas.