londres. Isabel II, que el mes próximo cumplirá 87 años, permaneció internada apenas 24 horas para ser examinada por los médicos después de que, el viernes, se anunciase que padecía síntomas de una dolencia estomacal. Ante la expectación de numerosos fotógrafos y periodistas, Isabel II salió ayer por su propio pie del hospital King Edward VII, en el centro de Londres, y se metió en un Bentley para ser trasladada al palacio de Buckingham. Minutos antes, la reina, muy sonriente y con buen aspecto, saludó brevemente al personal médico y enfermeras.

Isabel II fue dada de alta antes de lo esperado, pues las previsiones apuntaban a que estuviese ingresada durante dos días. El palacio de Buckingham mantuvo el mutismo durante todo el día de ayer hasta que informó del alta hospitalaria de la reina, que pese a su avanzada edad ha gozado hasta ahora de buena salud.

El pasado domingo sus portavoces anunciaron que la soberana había sido ingresada "como medida de precaución" por sufrir síntomas de gastroenteritis y que, a consecuencia de ello, se anulaban una visita oficial a Roma y el resto de los actos oficiales previstos.

Aseguraron, no obstante, que Isabel II se encontraba "de buen humor" y que disfruta de "buena salud". Ha sido la primera vez en diez años que la soberana, que ya ha cumplido 61 años en el trono, ha tenido que ser internada.