Vitoria. Tres años de trabajo que hoy culminan con su primer encuentro con el público. Una aventura personal que habla de la vida de miles de seres humanos a los que el resto de países han convertido en un problema que no quieren solucionar. Un Mar de arena que ofrece, a modo de documental, una amplia mirada sobre el Sahara aunque los ojos que están detrás de la cámara sean alaveses. Un proyecto que esta tarde se pone de largo a partir de las 19.00 horas en los cines Guridi.
En el marco del trigésimo séptimo aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática, la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD propone el estreno de este trabajo del realizador gasteiztarra Fernando López Castillo, una apuesta que se acerca a la realidad diaria del Sahara y sus gentes, con especial dedicación a las mujeres ya que, como dice el directo, "el Estado lo ha creado ella en la arena".
La parte histórica de un conflicto que parece no tener solución, el relato de la vida en los campamentos a través de lo que acontece en escuelas, hospitales y otros servicios, el conocimiento de la llamada zona liberada, y el planteamiento de las salidas políticas a la situación del país conforman el cuerpo de una película en la que el protagonismo recae por completo en los propios ciudadanos del país, testimonios conducidos por las voces de Carmen San Esteban y Mario Hernández.
"No nos podemos olvidar de lo que pasa allí y en ocasiones también nos falta un mayor conocimiento de cómo se vive", apunta López Castillo, que no es precisamente un novato en el acercamiento, a través del cine, a distintas problemáticas sociales y políticas, también con la mujer en un papel principal (trabajos, por cierto, que le han conseguido al realizador vitoriano no pocos galardones en distintas partes del mundo).
Eso sí, la presentación de esta tarde en los cines Guridi no sólo servirá para ver el documental. La Asociación de Amigos y Amigas de la RASD aprovechará la ocasión también para poner en marcha el concurso Una Canción por el Sahara, que pretende sensibilizar a la juventud vasca sobre la situación del país. Los grupos y solistas jóvenes podrán presentar sus temas originales hasta el 10 de abril, conociéndose el ganador (el premio consiste en una actuación en el marco del Festival Internacional de Cine del Sáhara Fisahara) justo un mes después. Además, una selección de los mejores temas se recogerán en un disco.