Los Ángeles. El pabellón Staples Center estaba ayer tarde listo para acoger esta pasada noche la 55 edición de los Grammy, los premios más relevantes de la industria de la música, un evento para el que The Black Keys (El Camino), Mumford & Sons (Babel) y Jack White (Blunderbuss) aspiraban al cierre de esta edición a hacerse con el galardón de mayor relevancia, el de mejor álbum del año, categoría en la que luchaban junto a Frank Ocean (Channel Orange) y FUN (Some Nights).
El otro gran premio, el de grabación del año, se lo disputaban Lonely Boy, de The Black Keys; Stronger, de Kelly Clarkson; We Are Young, de fun.; Somebody That I Used To Know, de Gotye; Thinking About You, de Frank Ocean, y We Are Never Ever. En cuanto a la música latina, el premio al mejor álbum pop saldrá de entre Ricardo Arjona (Independiente), Fonseca (Ilusión), Kany García (Kany García), Jesse y Joy (¿Con quién se queda el perro?) y Juanes (MTV Unplugged Deluxe Edition). Mientras el mejor disco de música regional mexicana ponía en juego a Lila Downs (Pecados y Milagros), Los Cojolites (Sembrando Flores), Los Tucanes de Tijuana (365 Días), Mariachi Diva de Cindy Shea (Oye) y Gerardo Ortiz (El Primer Ministro).
Elton John, acompañado por Zac Brown, Brittany Howard (del grupo Alabama Shakes), Mumford & Sons y Mavis Staples, rindió homenaje al fallecido Levon Helm en la ceremonia, en un tributo dirigido por T Bone Burnett. Helm, batería y vocalista del mítico grupo folk rock The Band, murió el pasado abril a los 71 años de un cáncer de garganta.
Entre las actuaciones que incluyó el evento destacaron las de Rihanna, Bruno Mars, Sting, Kelly Clarkson, The Lumineers, Carrie Underwood, Jack White, The Black Keys, FUN y Taylor Swift. La velada, que arrancó a las 17.00 hora local, contó con la intervención como presentadores de Beyoncé, Hunter Hayes, Jennifer López, Pauley Perrette, Prince, Dave Grohl y Ryan Seacrest. La Academia de la Grabación entregó gramófonos dorados en 81 categorías.
escotes problemáticos El canal CBS, encargado de emitir la gala en EEUU, envió la semana pasada un correo electrónico a los invitados solicitando que los "traseros y pechos femeninos estén tapados adecuadamente" para evitar polémicos vestidos como el Versace que lució Jennifer López en la edición de 2000, o el de Lil'Kim en 1999, que dejaban poco lugar para la imaginación.
En cambio, el vestido de Miley Cyrus parecía haber encogido una talla a su llegada al acto, mientras el de Caroline D´Amore, algo faraónico y lleno de transparencias, jugaba a tapar únicamente las zonas más sugerentes. Ciara mostró a los fotógrafos la bronceada espalda que dejaba al descubierto su atuendo color crudo y Ashanti, Holly Robinson, Estelle o Nichole Richie aparecieron ajustadas, cortas o sugiriendo.
Ellos se atrevieron con tonos azules, verdes, rayas con tatuajes o sombreros llamativos, y es que la alfombra roja de los galardones volvió a acoger la excentricidad, como en 2011 con Lady Gaga, que sorprendió llegando al evento dentro de un huevo. Esta vez, Johnny Depp ostentaba uno de sus curiosos sombreros y largas y desgarbadas melenas, así como grandes anillos, mientras el alma pater, el productor musical Clive Davis, posaba acaramelado con Jennifer Hudson. Cada uña de Norwood era de una forma. Alice Cooper y Sheryl parecían los más sobrios...