LONDRES. Con una ceremonia inaugural quedó abierta la zona desde la que se podrán contemplar las vistas de la capital británica, un espacio situado en las plantas 68, 69 y 72 del edificio, a la que transportan dos veloces ascensores, capaces de alcanzar esa altura en sesenta segundos.
Para la jornada inaugural reservaron entrada un total de 4.000 personas, que pagaron unas 25 libras (29 euros) en el caso de adultos y 19 si se trataba de niños (22 euros).
La apertura del mirador es el último paso para la inauguración completa del edificio, obra del arquitecto italiano Renzo Piano, que comenzó a construirse en 2009 y que ya fue inaugurado oficialmente el 5 de julio del pasado año en un espectáculo de luces láser que iluminaron el cielo de la capital británica.
Su afilada figura en forma de pirámide, cubierta por un total de 11.000 paneles de cristal, alberga en 87 pisos con oficinas, viviendas de lujo, un hotel de cinco estrellas, restaurantes y, desde hoy, la atracción turística que suponen sus vistas.
El proyecto desató tantas aplausos como críticas por el contraste arquitectónico del rascacielos sobre otros conjuntos históricos, algo que fue destacado en la inauguración de hoy por el responsable del mirador, Anders Nyberg.
"Están viendo una tapiz de historia. Estamos en una torre del siglo XXI, justo enfrente de la torre del siglo XI que tenemos al otro lado del río, la Torre de Londres. Nadie más en el mundo puede ofrecer este tipo de perspectiva", valoró Nyberg.
El Shard tiene el título de edificio más alto de la Unión Europea tras batir la marca que mantenía desde 1997 la Torre del Commerzbank de Fráncfort (Alemania), de 259 metros de altura.
Fuera de las fronteras de la Unión el rascacielos más alto de Europa es la Torre City Mercury de Moscú, de 332 metros.