BARCELONA. Iñaki Urdangarin está cada vez más lejos de la Familia Real, pero eso no impide que cuente con los privilegios de un hombre que sigue teniendo el tratamiento de Excelentísimo Señor. Y eso le agiliza pequeños procesos habitualmente tediosos para el común de los mortales, como las esperas en los aeropuertos o, como ocurrió hace escasos días en Barcelona, la renovación del Documento Nacional de Identidad.

El pasado 20 de noviembre, Urdangarin acudió acompañado de dos escoltas a las oficinas situadas en la calle Muntaner de la Ciudad Condal para renovar su DNI, según confirman a Vanitatis fuentes de la Administración Pública.

Llegó sobre las 8 de la mañana, una hora antes de la apertura al público. En las inmediaciones de la oficina, alrededor de medio centenar de ciudadanos hacían cola para poder gestionar la expedición de su DNI o Pasaporte. Para evitar a la masa, se decidió que el duque accediera al interior por una puerta para personal autorizado.