Madrid. El que acaba no ha sido un buen año para la cultura pero las perspectivas que el sector tiene para el que viene son todavía peores a causa del IVA y los recortes, las dos pesadillas de las industrias culturales que ven como el público, al tener que apretarse el cinturón por la crisis, deserta de las salas. Los últimos meses han sido especialmente duros para las industrias culturales que, además de ver que el sector volvía a ser uno de los más castigados en los Presupuestos Generales del Estado para 2013, ha experimentado los efectos de la entrada en vigor de la subida del IVA en la mayor parte de los productos culturales. El pasado 1 de septiembre entró en vigor la subida del IVA de 13 puntos (del 8 al 21%) aplicada a la cultura, a excepción del sector del libro, que se mantuvo en el gravamen superreducido del 4%. Una medida muy contestada por los sectores de la cultura y el espectáculo, que advirtieron al Gobierno de sus "perversos" efectos que, aseguran, se están cumpliendo "al detalle". Las previsiones a largo plazo que hicieron antes de que se empezara a aplicar el incremento del IVA eran muy negras: 43 millones menos de espectadores, un 20% de empresas cerradas y 4.226 empleos directos perdidos. Y se están cumpliendo, dicen, las peores previsiones ya que sólo en dos meses (septiembre y octubre) las artes escénicas han perdido más de un millón de espectadores respecto al pasado año. El cine se ha defendido en este corto período pero sólo por el éxito de estrenos como Lo imposible o Las aventuras de Tadeo Jones. Sin embargo, la Federación de Empresarios de Cine de España (FECE) ha advertido que "lo malo está por llegar" ya que se trata de una situación coyuntural para las taquillas que en enero, vaticina, notarán efectivamente las consecuencias de la subida del precio de las entradas. Precisamente, por el cine se ha iniciado el cambio de modelo que el Gobierno pretende poner en marcha en la cultura después de que haya fracasado el vigente hasta ahora, basado en las subvenciones y con "tutelas inaceptables de patrocinio político", según el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle. Así, el año se despide con la creación de una comisión para diseñar el nuevo modelo de financiación del cine, basado en incentivos fiscales, ayudas directas e inversión por parte de las televisiones. Se trata de la fórmula para buscar la salida para un cine español que ahora mismo copa las taquillas pero que, en cambio, tiene sus maquinarias de producción al ralentí por la falta de recursos y de garantías como negocio. Porque para 2013 hay "habas contadas", con un presupuesto reducido casi en un 20% para un sector cultural que ha visto como en el proyecto de las cuentas públicas del año que viene vuelve a ser uno de los más castigados. La política cultural recibirá el año que viene, según el proyecto presentado por el Gobierno, 721,71 millones de euros frente a los 897,52 millones de euros de 2012. Entre los descensos más acusados se encuentra el capítulo destinado al fomento de las industrias culturales, que cae más del 50%. Ese nuevo modelo para la cultura que propone el Gobierno tiene como "abanderada" una Ley del Mecenazgo que no termina de cuajar, especialmente porque no es momento para desgravaciones fiscales.