oviedo. Nadie sospechaba en 1989 cuando Niemeyer recogió en Oviedo el Premio Príncipe de las Artes hasta qué punto se iba a crear un vínculo entre el arquitecto brasileño y España, cuyo proyecto junto a la ría de Avilés ha permitido que el nombre de Asturias diera la vuelta al mundo. Pese a su longevidad y a que su obra está presente en los cinco continentes, Niemeyer apenas sí ha pasado un solo día en suelo español.
Debido a su edad y a su reconocida aversión a volar, no llegó a recoger personalmente su Premio Príncipe de Asturias, pero su presencia, a través de su obra, se ha hecho cada vez más patente en Asturias. Desde la colocación de la primera piedra, el complejo cultural ha llevado a Avilés de su mano por todo el mundo. El efecto Niemeyer se tradujo de inmediato en un repunte del número de visitantes atraídos por la contemplación de la que es la única obra del célebre arquitecto en España y, según él reconoció, "la mejor y más querida" que ha hecho fuera de Brasil. "Cuando me encomiendan un edificio público intento hacerlo bonito, diferente, porque sé que los más pobres no van a disfrutar nada, pero pueden detenerse para verlo y tener un momento de placer", dijo Niemeyer. Brad Pitt, Woody Allen, Kevin Spacey, Stephen Hawking, Paulo Coelho y Jessica Lange han visitado Avilés atraídos por la arquitectura de Niemeyer y la obra cultural de la ciudad, que su autor definió como "una plaza abierta a todo el mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz". El centro fue objeto de polémicas que provocaron vaivenes en su programación, incluso llegó a cerrar sus puertas en diciembre de 2011. Hoy permanece abierto y el actual Ejecutivo regional anuncia una programación que le devuelva su proyección internacional.