Vitoria. En la calle Pintorería está ya casi todo preparado. Ortzai vuelve por quinto año consecutivo a ofrecer al público su ciclo de teatro navideño, una iniciativa pensada para el público de todas las edades donde la pantomima será la protagonista. Casi una veintena de intérpretes comandados por Iker Ortiz de Zárate dan los últimos retoques a los tres espectáculos que se propondrán a los espectadores en las próximas semanas: Vuelve Miren Ponppis, Caperucita Roja y Cenicienta.

La programación, siempre en la sede del laboratorio de teatro, arrancará el día 15 a las 18.00 horas (horario que se mantendrá en toda la campaña aunque algunas jornadas especiales se hará otro pase a las 20.00 horas) con Vuelve Miren Ponppis, espectáculo que se repetirá los días 22 y 23. Del 26 al 30 será el turno para Caperucita Roja, mientras que del 31 al de enero (con la excepción del primer día de 2013, que la compañía descansará) se ofrecerá Cenicienta, montaje que no se había representado desde hace un lustro. "Para nosotros es la gran novedad de esta ocasión", apuntó ayer Ortiz de Zárate.

La idea del ciclo ha permanecido invariable en estos cinco años, un camino que pasa por tomar cuentos clásicos de sobra conocidos pero pasándolos por el tamiz de la pantomima de raíz inglesa, "un género al que aquí cada vez estamos más acostumbrados, pero que cuando empezamos sorprendió". El humor es un ingrediente fundamental, pero no sólo. También el hecho de trasladar las historias a Vitoria y a los momentos actuales. "Los más pequeños van a encontrar muchos alicientes para pasarlo bien, pero también las personas de más edad disfrutarán ya que hay guiños para todos, momentos muy cuidados pero que cada uno entenderá".

Y es que la crítica y la mirada social también están presentes en los montajes escogidos en esta ocasión, reposiciones que no tienen miedo a hablar de la crisis económica, de las familias monoparentales, de las personas dependientes... "También a los más pequeños hay que hablarles de determinadas cosas porque no hay nada peor que tratarles como si no supiesen de nada".

Con la seguridad que da el éxito cosechado en años anteriores. Ortzai plantea un ciclo en el que todo puede pasar, siempre a través de la risa y del trabajo de los componentes de una compañía que cuenta tanto con jóvenes valores como de intérpretes que regresan a la capital alavesa para tomar parte en la programación diseñada.

Las propuestas De entre los tres espectáculos, el primero en tomar la escena será un Vuelve Miren Ponppis que hace aparecer en la mete el personaje llevado por Disney a la gran pantalla, pero que en realidad cambia un tanto al convertir al personaje en una alavesa más. Humor, música, disparate escénico y fantasía se conjugan para acercarse a la historia de esta particular niñera, un argumento que también habla de la igualdad de género, la relación con las personas de más edad, de la educación...

Después será el turno de una Caperucita Roja, montaje en el que el lobo no es tan malo como lo pintan, no, por lo menos, en una versión donde ellas toman el mando y en la que los estereotipos asociados al género se rompen y se fomentan valores como la igualdad entre hombres y mujeres.

Finalizará el ciclo, antes de que se ponga en marcha la temporada de invierno, con la recuperación de Cenicienta, la primera pantomima realizada por Ortzai en este ciclo que ahora cumple cinco años. En este caso, tampoco las cosas son como parecen o como la mayoría recuerda de la historia tradicional puesto que aquí ni el príncipe es lo que parece.

De todas formas, los verdaderos secretos que ocultan las tres producciones se irán desvelando en la sede de Ortzai según avance un ciclo al que ya sólo le falta un ingrediente: el público. "La esencia de los cuentos, los valores, sus propuestas, se mantienen. Pero nosotros les damos otro acento que sabemos va a gustar". La pantomima espera, que en estos tiempos es más necesario que nunca reírse.